La relación de contribuyentes que tienen grandes deudas con la Agencia Tributaria incluye al menos a 42 sociedades mercantiles que tienen vínculos significativos con Asturias, bien porque se trata de empresas con residencia fiscal en la región o porque pertenecen a personas con orígenes en ella. La quinta edición de esa especie de lista negra, publicada ayer, muestra que el número de grandes morosos asturianos se mantiene este año casi estable y que la cuantía agregada de sus deudas, superior a los 336 millones de euros, casi se ha duplicado, aunque como consecuencia de lo ocurrido con una única empresa, el grupo promotor y constructor Nozar. Entre quienes salen de la lista figura el exministro gijonés y expresidente de Bankia Rodrigo Rato, a quien Hacienda había imputado en 2019 cuentas pendientes por valor de 1,019 millones de euros.
Que una persona física o jurídica desaparezca de la lista de grandes morosos no presupone, según ha precisado la Agencia Tributaria, que haya liquidado sus deudas. La salida también se produce, por ejemplo, en el supuesto de que la cantidad adeudada se sitúe por debajo del millón de euros debido a pagos parciales o a otro tipo de ajustes. En general, la relación de contribuyentes ligados a Asturias está en su gran mayoría por entidades que ya aparecían en años precedentes, a menudo sociedades en liquidación o ya sin actividad.
Son muy frecuentes los casos de constructoras e inmobiliarias que sucumbieron arrastradas por la anterior crisis económica (2008-2013). En ese caso están, por ejemplo, Contratas Iglesias o Ceyd, que fueron dos de las principales enseñas del sector constructor en Asturias. En la lista reaparecen asimismo compañías industriales también extinguidas, como Fundición Nodular, Sodes o una de las filiales de Temper.
Pero los mayores deudores ligados a Asturias son otros. Nozar, propiedad de la familia astur-mexicana Nozaleda, figura en la lista con 215 millones de euros, cantidad que casi cuadruplica los 56 millones de 2019 y que es la mayor atribuida por Hacienda a la compañía desde que en 2015 comenzó a publicar la relación de grandes morosos. Nozar, en concurso de acreedores desde hace más de una década, se mantiene activa.
Inmobiliaria La Amistad, que tuvo sede en Oviedo y cuyos responsables afrontaron juicios por fraude fiscal y vicios constructivos años atrás, aparece con una deuda tributaria de 11,6 millones, la segunda más alta entre los morosos asturianos. A continuación aparece Essentium (11,3 millones), perteneciente al conglomerado constructor de la familia asturiana Monje Tuñón, natural de Mieres, que entró en quiebra y liquidación a partir de 2017. La siguiente posición la ocupa Uminsa (9,2 millones de deuda), compañía minera controlada por Victorino Alonso que tuvo explotaciones en el occidente asturiano.
