El ingeniero industrial gijonés José Javier Gómez Díaz, de 56 años, profesor de Economía y Empresa, directivo empresarial, director de la Fundación Hermanos Castro y miembro de una familia de ganaderos, fue elegido ayer nuevo presidente de Caja Rural de Gijón (el sexto de su historia) en una asamblea con controversia y en la que se sugirió la posibilidad de impugnación y de recurso ante los reguladores.

Gómez Díaz, miembro del consejo rector de la entidad desde 2018, fue el único aspirante proclamado como candidato para suceder a Jesús Fuentes Villa, quien, tras doce años de mandato y haber cumplido los 80 años, renunció a postularse para otro mandato.

La vicepresidencia la seguirá desempeñando Gonzalo del Castro Galán, gijonés de 52 años, doctor en Ciencias Económicas, profesor asociado en la Universidad de Oviedo, entrenador de baloncesto en el Grupo Covadonga y partícipe en una empresa de saneamiento. Del Castro, vocal del consejo desde 2008 y vicepresidente desde 2016, también fue el único candidato proclamado para aspirar al cargo.

Ambos lograron su elección pese a un fuerte voto de castigo procedente de un sector de socios críticos con el procedimiento electoral y una de cuyos integrantes reclamó formalmente que se suspendiera la renovación del consejo rector. El nuevo presidente salió con 198 votos a favor, 4 nulos y 599 en blanco, y el vicepresidente, con 215 papeletas favorables, 3 nulas y 582 en blanco.

El más de medio millar de mandatos críticos (votos presenciales y por delegación) sí respaldaron de modo muy generalizado a los otros cuatro integrantes del actual consejo rector que optaron a repetir como vocales y todos los cuales fueron reelegidos: José Manuel Fernández Gracia obtuvo 598 votos; José Ángel Suárez Medina, 522; David Pérez Ricoy, 474 y Alberto José Rey Núñez, 456. La única incorporación nueva al consejo es la de Paloma Suárez Barbón, que logró 278 apoyos, y ocupará la vacante creada una vez que José Javier Gómez Díaz deja el puesto de vocal para convertirse en presidente. Con Paloma Suárez, serán dos las mujeres (junto con la también vocal Patricia Prendes Fernández, con mandato en vigor) en un consejo integrado por diez personas y del que ayer se renovó la mitad, según establecen los estatutos. El sector crítico considera afines cinco miembros del consejo.

El malestar existente entre parte de la base social de la cooperativa de crédito gijonesa -y que ayer quedó patente tanto en las intervenciones habidas en la asamblea como en el escrutinio de la votación- obedeció al intento de este sector crítico de que se hubiesen admitido sendas candidaturas competidoras tanto a la presidencia como a la vicepresidencia.

A la elección de ambos cargos pretendieron concurrir otros dos miembros del consejo rector: el empresario gijonés José Ramón Fiaño Rodríguez, al que le quedan dos años de mandato como vocal, y el veterinario y ganadero carreñense José Manuel Suárez Medina, que ayer fue reelegido como vocal para otros cuatro años.

El presidente saliente de la caja, Jesús Fuentes Villa, explicó que José Ramón Fiaño había respaldado un acuerdo del consejo por el que se decidió -mediante voto secreto y por unanimidad- que el este órgano propondría a la asamblea un candidato como sucesor de Fuentes y que todos los demás miembros del consejo renunciarían a competir con el que resultase elegido por sus compañeros. Fuentes dijo que, una vez aceptado y firmado ese compromiso, Fiaño intentó competir con el proclamado (Gómez Díaz) recurriendo a la vía alternativa que permiten los estatutos: su propuesta por un colectivo de socios. Fiaño replicó que él no pidió el apoyo a nadie y que fueron los socios quienes lo fueron buscar. Y argumentó que el compromiso que él asumió fue para la asamblea que se iba a celebrar en junio, que fue pospuesta por la pandemia para octubre, y no -señaló- para la nueva convocatoria, celebrada ayer. "La desestimación de mi candidatura no llegó a ser votada por el consejo", denunció.

José Ángel Suárez Medina, integrante del mismo sector crítico y vocal también del consejo, para el que ayer fue reelegido para otros cuatro años, denunció a su vez que no se le permitió postularse a la vicepresidencia. Fuentes Villa explicó que esa opción tuvo que ser desestimada porque Suárez Medina ya era candidato a repetir como vocal y, según los estatutos, no se puede aspirar -dijo- a dos cargos a la vez. Los presidentes saliente y entrante dijeron que los socios molestos pueden presentar impugnaciones y recursos ante la entidad y los organismos reguladores y que, "si tienen razón, se les dará y, si es así, se repetirá la asamblea". Varios socios críticos dijeron que no puede haber decisiones o restricciones que se superpongan a la "decisión soberana de la asamblea".

Sin embargo, no precisaron si impugnarán o no las elecciones. La asamblea apoyó por asentimiento todos los demás puntos del orden del día, incluida la propuesta de aplicación de beneficios. Ante la imposibilidad de remunerar a los socios por la limitación impuesta por el BCE a los dividendos en el sector hasta 2021, la caja aprobó llevar ese dinero a capital, de modo que el valor nominal de cada participación pasará de los 150,25 euros actuales a 159 euros.

El nuevo presidente declaró sobre el voto de castigo sufrido que "hay que acatar las normas" y que "cuando alguien tergiversa las reglas de juego, ocurren estas cosas". Y se comprometió a trabajar por continuar con los altos niveles de rentabilidad, solvencia y liquidez de la cooperativa, "sin cambiar pero mejorando", y tratando de que la caja rural gijonesa sea una "mayor referencia en Gijón" y potenciar su actividad comercial.