El plan de ajuste laboral que ArcelorMittal pretende acometer en la división de productos largos mediante amortización de puestos de trabajo y traslado del personal excedente a otras instalaciones con déficit de mano de obra supondrá un recorte del 5,79% de la plantilla asignada a esta área de negocio.

Según las pretensiones de la multinacional, que la empresa terminó de desvelar a los sindicatos, el ajuste supondrá una reducción de 44 empleos sobre un total de 760 que integran esta unidad de negocio. En el plan diseñado en 2019 se preveía un ajuste de 200 puestos de trabajo, más de cuatro veces superior.

El recorte que la compañía empezó a negociar el mes pasado para la división de largos, y que pretende aplicar con carácter urgente para restablecer la viabilidad de este negocio, afecta sólo a la acería de Gijón (23 empleos) y al taller de alambrón (21). En el caso del taller de carril (la otra instalación de la división) el planteamiento inicial excluye la merma de efectivos laborales, aunque la empresa no descarta que en el futuro sea necesario recurrir a ella si surgen dificultades.

La división de largos es el área más vulnerable de las factorías siderúrgicas asturianas. Su situación era adversa ya antes de la pandemia pero con el covid se ha vuelto crítica, según la dirección de la empresa. Restablecer su competitividad y mejorar su productividad se considera ineludible para garantizar su continuidad. Sin esta división sería difícil justificar la existencia de dos hornos altos en Asturias (el "A" acaba de ser reabierto de modo provisional), y un cierre de tales instalaciones tendrían un elevado impacto en el resto del complejo siderúrgico y en la economía y el empleo de la región.

Además de los ajustes en largos, Arcelor Queda por conocer el impacto de la reordenación de los servicios de mantenimiento, lo que afectará tanto al personal propio que realiza estas funciones como a las de las compañías auxiliares , que desarrollan el grueso de estas tareas y dan ocupación a 2.500 trabajadores. Se pretende que parte de estos trabajos los asuman personal propio de Arcelor.

Los sindicatos han expresado rechazo a la amortización anunciada de puestos de trabajo en la división de largos y ferrocarriles. Pendientes las elecciones sindicales para los 5.500 trabajadores en plantilla, que se celebrarán entre los días 18 y 20, la verdadera negociación del plan de largos se pospondrán previsiblemente hasta conocer el resultado de las votaciones.

Arcelor-Mittal demanda urgencia en la aplicación de los ajustes para salir de pérdidas y devolver a las instalaciones asturianas su competitividad frente a otros centros de producción de la multinacional en Europa, respecto a los cuales han perdido posiciones en productividad, según el grupo.

La compañía anunció en septiembre la reactivación de las inversiones aparcadas desde 2019 para contribuir con ellas a la reducción de costes productivos que se pretende: se trata de la batería de cok número 2, la inyección de gas de cok en el horno alto B, la alimentación de los trenes de chapa gruesa y carril con gas de cok y el filtro de mangas en el sínter A.