La Comisión Europea (CE) publicó ayer su evaluación del plan climático y energético de España (PNIEC) hasta 2030, en la que concluye que se han atajado en gran medida todas las deficiencias que habían identificado las autoridades comunitarias en el borrador anterior, pero también identifica margen de mejora en renovables (al no incluir objetivos específicos para cada sector económico en los periodos intermedios), eficiencia energética, investigación e innovación, cooperación regional, subsidios y transición justa en las regiones más afectadas, entre las que está Asturias.

La CE apunta que en el apartado sobre transición justa el PNIEC enviado en marzo "sólo incluye una actualización de las cifras ya mencionadas en el borrador" anterior sobre el impacto de las medidas previstas, que "únicamente se centran en los trabajadores afectados del sector de la minería del carbón y las centrales de carbón".