La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La diáspora les da a los universitarios de la región el último empujón hacia el mercado laboral

Compromiso Asturias XXI logra que profesionales asturianos en el exterior orienten a recién titulados y en ocasiones acaban trabajando juntos

La diáspora les da a los universitarios de la región el último empujón hacia el mercado laboral

Estudiante de último año de carrera en Asturias (o, en su defecto, recién graduado) conoce a un profesional altamente cualificado que ejerce su labor fuera de la región y que le cuenta los secretos del mundo laboral al que va a tener que enfrentarse. Lo orienta, aconseja y, en ocasiones, surge una oportunidad para trabajar juntos. Así funciona el programa estrella de la asociación Compromiso Asturias XXI, por el que ya han pasado más de 250 jóvenes (45 este año) y que desde su inicio, en 2009, va sumando casos de éxito. Se trata de un programa de "mentoring" cuyo objetivo es orientar a esos asturianos que son un mar de dudas cuando acaban sus estudios.

Entre los casos de éxito está el de la gijonesa María Pérez Presa, de 22 años y recién graduada en Ingeniería de Telecomunicaciones por la Universidad de Oviedo. Ella era la mentorizada y su mentor fue el ovetense Isaac Quintana, que trabaja para la multinacional sueca Ericsson en su sede de Madrid. Él fue quien le recomendó el máster en Internet de las Cosas que Pérez está estudiando ahora mismo, y, una vez que el programa de "mentoring" finalizó, la gijonesa se enroló a finales de septiembre en las filas de la compañía sueca como becaria y a las órdenes del propio Quintana, que es su tutor. "Hicimos el doble de las reuniones exigidas, me dio consejos sobre cómo hacer un buen currículum, sobre la importancia del trabajo en equipo, y me animó a que hiciese muchas entrevistas de trabajo", señala Pérez. Lo habitual en este programa de "mentoring" es que las partes tengan tres entrevistas entre febrero y junio, pero queda a elección hacer sesiones extra. Todo depende del "feeling" que haya. "Yo solo le di el empujón que necesitaba para hacer el máster, ella ya había hecho unos trabajos y estudios muy interesantes sobre el uso de los drones", asegura Isaac Quintana. Ahora ambos trabajan codo con codo en un proyecto para probar las posibilidades de la nueva tecnología móvil 5G, que está llamada a revolucionar el mundo de la telefonía. Pérez Presa es una de las muchas asturianas que han tenido que hacer la maleta e irse a buscar una oportunidad laboral más allá del Pajares. "En ingeniería, en Madrid hay muchas más oportunidades. No somos pocos los que estudiamos en Asturias y luego, de cara a entrar en el mundo profesional, nos venimos a Madrid, pero siempre tenemos en la cabeza la idea de volver", asegura la joven ingeniera gijonesa.

Entre los estudiantes que participaron en el programa este año estaba Alicia Garmón Mielgo, leonesa de nacimiento pero que estudia un máster en Ingeniería Energética en Gijón. Estuvo mentorizada por Jaime Pérez Martín-Gaitero, profesor de Creación de Empresas y responsable de Sostenibilidad en el Instituto de Educación Superior Intercontinental de la Empresa (IESIDE), y con catorce años de experiencia en el sector del metal asturiano. "Lo que ha conseguido el programa es que me volcase en la búsqueda de una red de contactos, de este modo estoy al día de todo lo que ocurre en el ámbito energético y me encuentro más cerca de las oportunidades laborales y académicas", explica Garmón. Martín-Gaitero reflexiona: "Tengo la impresión de que muchos estudiantes no salen de los centros de enseñanza con el empuje necesario para sacar adelante sus objetivos, y, aunque los conocimientos son importantes, no lo son todo, es mucho más crítica la actitud. El manido concepto de emprender, que es la asignatura que imparto ahora, es más que crear 'start-ups'. Es una actitud vital cuya primera empresa hemos de ser nosotros mismos, por muy malas que sean las condiciones externas".

Carmen García Riesco, de 22 años y natural de Grado, reconoce que se decantó por apuntarse al programa porque en su último año de carrera -estudió Economía y ahora está haciendo un máster en Praga, en la República Checa- "no tenía muy claro cómo enfocar mi futuro y necesitaba ayuda". ¿Qué aprendió? "Pude ver que el mercado laboral no está tan mal como a veces nos lo pintan y que con una buena formación y un buen currículum se puede encontrar trabajo fácilmente", señala. Los consejos se los dio su mentor, Diego Salvador de la Hoz, ovetense que reside en Alemania, donde trabaja como responsable de inversiones para inmovilizado de la compañía Mahle. A él, el programa también le ha servido para seguir aprendiendo. "A nivel personal, me di cuenta de que aquellas incertidumbres que tuve al finalizar mis estudios las tienen todos los estudiantes de último año, y a nivel profesional me ha servido para mejorar mis habilidades interpersonales y poder hacerme responsable de la integración de nuevos compañeros en el trabajo, pues el 'mentoring' mejora mucho las capacidades explicativas", reflexiona.

Ambas ovetenses. La mentorizada es graduada en Química por la Universidad de Oviedo y ahora vive en París. La mentora también es química y reside en Gante, en Bélgica. A pesar de que el programa de "mentoring" acabó hace unos meses, Cabal asegura que "seguimos en contacto, con lo que me sigue aconsejando y ayudando". Abad reflexiona: "El futuro laboral para recién titulados en Asturias es difícil. La precariedad laboral hace que el talento que existe esté desaprovechado".

Compartir el artículo

stats