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ADRIANO MONES | PRESIDENTE DE LA PATRONAL AEDIVE Y DIRECTOR REGIONAL DE PHOENIX CONTACT

"A la fábrica asturiana de ensamblaje de coches eléctricos le falta la financiación"

"La lógica tecnológica e industrial del proyecto sigue estando ahí, y la necesidad de una iniciativa como esta en la región cada vez es mayor"

Adriano Mones, recargando un vehículo en Oviedo.

El asturiano Adriano Mones Bayo es presidente de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (Aedive) en España y director regional de la multinacional alemana Phoenix Contact E-Mobility. Licenciado en Administración de Empresas por la Ruhr-Universität Bochum y doctorado por la Universidad de Oviedo, es un convencido de la rápida transición de los coches de combustión a los eléctricos. Una de sus aspiraciones es que el Principado pueda albergar una fábrica de ensamblaje de coches eléctricos.

-¿Qué debe hacer Asturias para aprovechar los fondos que va a repartir Europa para la reconstrucción económica?

-Es importante dirigir los esfuerzos hacia un marco de referencia que ya esté establecido. Es decir, primero poner la diana y luego apuntar, no al contrario. Tenemos este fondo de recuperación de la UE que nos marca a qué debemos ir como continente, como país y como región. Hay una oportunidad singular para Asturias en todo aquello que tenga que ver con electrificar la economía y hacerla cada vez más verde.

-¿Y eso qué supone?

-Si hablamos de electrificar la economía, hay que hablar de electrificar también la movilidad. Para que nos hagamos una idea, las ayudas que va a recibir España (140.000 millones para gastar entre 2021 y 2025) son el equivalente a veinte años de fondo de cohesión. Es mucho dinero y representa un reto sin precedentes, sobre todo para el sector público.

-¿Por qué?

-Es el sector público el que debe identificar esas inversiones, evaluarlas, analizarlas y gestionarlas. Al Gobierno del Principado no se le puede exigir que haga todos los esfuerzos, pero sí tiene que gestionar, y eso significa coordinar, alinear objetivos y recursos y consensuar cómo se alcanzan. Ahí es donde el Gobierno del Principado debe cumplir un papel fundamental.

-¿Y cómo debería hacerlo?

-Debe identificar esos sectores industriales en los que se pueden poner en marcha iniciativas público-privadas que transformen esas amenazas, que diariamente estamos leyendo que se ciernen sobre nuestra región, en oportunidades de negocio. La movilidad eléctrica es una de ellas.

-¿Es un sector maduro en Asturias?

-En esta región tenemos fabricantes de infraestructuras de recarga, tenemos gestores de esas infraestructuras, tenemos distribuidores de energía, tenemos dos empresas de "car sharing" (vehículos compartidos) con un desarrollo tecnológico "made in Asturias". Los mimbres están ahí, y dar el salto a desarrollar más proyectos en ese ámbito, sea vinculados al sector tecnológico o al industrial, requiere de un fuerte apoyo del sector público.

-¿Se ha aprendido de los errores del pasado en la gestión de fondos de reactivación?

-Ese es uno de los problemas. El desafío es doble: apostar por un nuevo futuro industrial para la región y apostar por una nueva forma de gestionar el dinero público.

-¿Las actuales ayudas son eficaces para que las ventas de coches eléctricos levanten vuelo?

-Los datos de venta de vehículos en nuestra región no son equiparables a los del año pasado porque dos empresas de "car sharing" hicieron un esfuerzo ingente en adquirir flotas de 50 vehículos cada una. Ahora, con el plan "Moves II" se ha actuado con agilidad para que los fondos para la compra de vehículos eléctricos y la instalación de infraestructuras de recarga estén desde principios de septiembre a disposición de los usuarios.

-No hay muchos coches aún, pero Asturias sí que es líder en puntos de recarga.

-En indicadores de puntos de recarga seguimos estando a la cabeza de España, tanto en los de carga rápida como en los normales. Eso se debe al esfuerzo que en su día hizo EDP y que otras operadoras están siguiendo. De todas formas, hay varios proyectos que están parados. Las administraciones locales no pueden escudarse en la necesidad de nuevas regulaciones municipales para poder desplegar esas infraestructuras.

-¿El principal problema para que las ventas arranquen continúa siendo el precio de los coches?

-Están apareciendo nuevos modelos con características más básicas y una estrategia industrial de fabricación más acorde con el gran volumen. El precio de las baterías también está disminuyendo y se estima que para 2030 esté por debajo del 20 por ciento del coste total del vehículo.

-¿En qué fase está el proyecto para crear una fábrica para ensamblar coches eléctricos en Asturias?

-Es un proyecto que técnicamente está muy bien valorado por la Administración, que está pendiente de cerrar el esquema de financiación público-privada y sobre el que habrá un plan de apoyo específico que se espera que salga este mes. Sería deseable tener bien definida la estrategia de convertir a Asturias en un referente de la movilidad eléctrica. Oportunidades como esta no vamos a tener cada año, aunque el entorno a corto plazo condiciona cualquier tipo de inversión.

-¿Quién está detrás del proyecto?

-El objetivo es desarrollar un prototipo de vehículo eléctrico y su "layout" (diseño) de ensamblaje. En su día, cuando hicimos las primeras reuniones para valorar la iniciativa, allí estaban los que venden kilómetros, los que venden kilovatios, los que venden datos, los que venden infraestructuras de recarga, los que las gestionan, los que representan a la Universidad en el ámbito de los 35 grupos de trabajo que están haciendo cosas por la movilidad eléctrica... Pero falta esa capacidad financiera para apoyarlo. La lógica tecnológica e industrial del proyecto sigue estando ahí, y la necesidad en la región de algo así es cada vez mayor.

-¿El proyecto encaja en los "fondos verdes" europeos?

-Por ejemplo. Pero si no se complementa con financiación privada... Lo que no podemos hoy en día, por desgracia, es montar una empresa estatal de fabricar coches.

-Hay regiones como Valencia que están pujando muy fuerte por una fábrica de baterías, ¿tiene Asturias alguna posibilidad?

-Me consta que en Asturias tenemos grupos de investigación muy buenos en la Universidad y que tenemos empresarios valorando colaborar en el desarrollo de esa parte tan importante para la movilidad eléctrica. Lo que ocurre es que montar una fábrica de baterías requiere un esfuerzo infinitamente mayor que el de montar una línea de ensamblaje.

-¿El desarrollo de tecnologías como el hidrógeno representa una amenaza para el vehículo eléctrico?

-Para el transporte ligero, no. Son inversiones que las compañías que las impulsan hicieron hace tiempo y que tienen que acabar en un producto final. El hidrógeno nunca va a suplir a la electricidad para transporte ligero, pero sí que va a ser determinante para el pesado por tierra, mar y aire.

-Usted sigue muy de cerca el trabajo de los emprendedores asturianos, ¿cómo lo valora?

-Hay buena base en las TIC, en el "gaming", en la fabricación aditiva o en la fabricación de nuevos materiales con aplicación en distintos sectores, y buenas ideas vinculadas a la movilidad eléctrica. Luego hay cosas como, por ejemplo, que las grandes empresas de logística estén también adquiriendo un gran empuje. Amazon está pensando en aumentar su sede logística de Meres, y detrás de eso van cantidad de micropymes y pymes para suministrar todo tipo de servicios.

-¿Ha mejorado la relación entre la Universidad y los emprendedores?

-Sí. Nos queda mucho por hacer, pero también nos queda valorar más positivamente lo que tenemos aquí. Me gustaría que esos chavales que tienen "start-ups" tuvieran la oportunidad de contar a sus compañeros la relevancia de tener un proyecto emprendedor, y que los estudiantes vieran eso como una apuesta que merece la pena. Así la gente sería menos reacia a probar, a asumir riesgos.

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