La ingeniería asturiana Duro Felguera busca reconducir su situación actual de crisis financiera y de viabilidad con todas las armas a su alcance. Y si la estrategia fundamental con la que cuentan pasa por que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) entre en la compañía a través del Fondo de Rescate a Empresas Estratégicas, no menos significativas son otras líneas de trabajo que incluyen enmendar el "error histórico" de no haber entrado al negocio de las energías renovables.

Con esa orientación, y la de poner en circulación activos de los que dispone la empresa, José María Orihuela, consejero delegado de Duro Felguera, comentó hoy en el encuentro digital mantenido en LA NUEVA ESPAÑA, que "Duro tiene cerca de 3 millones de activos ociosos en metros cuadrados de suelo rústico y activos inmobiliarios" en Asturias, especialmente en las Cuencas, a los que se le quiere dar salida.

Para los inmobiliarios buscan ponerlos en el mercado para su venta, y con respecto al suelo rústico, que incluye muchas antiguas escombreras, Orihuela se refirió a que "estamos viendo desde hace meses como utilizarlo para proyectos de renovables, de eólicos, fotovoltaicos o simplemente para generar biomasa". Líneas de trabajo que se suman a otras iniciativas como la de ampliar el Tallerón de Gijón para la fabricación de eólicos marinos.

Triple impacto de la crisis del covid

José María Orihuela Uzal, consejero delegado de Duro Felguera desde diciembre de 2018, ha participado en un encuentro digital dirigido por el redactor jefe de LA NUEVA ESPAÑA Eloy Méndez, en el que ha querido despejar los nubarrones que se ciernen sobre la centenaria compañía. Orihuela ha reconocido que "los problemas financieros y de gestión" que acompañaban a Duro Felguera en los últimos años y de los que iniciaban remontada en 2019 "se han visto agravados por la pandemia del coronavirus, al sufrir el triple impacto de haber perjudicado el desarrollo de los proyectos en curso, algo que genera problemas con los clientes que a su vez ellos intentan trasladarnos; el retraso de inversiones por parte de las compañías contratantes, y los derivados de la gestión interna con sobrecostes de personal y disminución de rendimientos".

Una situación no muy diferente, añadió Orihuela, de lo que están sufriendo otras compañías, pero que en su caso frenó una tendencia de repunte de contrataciones y facturación que se hacía muy necesaria, y que no ven difícil de retomar si se dan las circunstancias (como el respaldo de la SEPI) para que la compañía recupere "su credibilidad y solvencia" histórica .

Capacidad de resiliencia "brutal"

Capacidad de resiliencia "brutal""La compañía tiene una capacidad de resiliencia brutal. Y lo demuestra el que seguimos contratando en un momento en que hemos tocado fondo, estando en la peor de las circunstancias, sin tener línea de avales y con la crisis del covid encima", comentó Orihuela.

El consejero delegado de Duro Felguera reconoció que tiene puesto el foco de la viabilidad en la respuesta de la SEPI a su solicitud de 100 millones del Fondo de Rescate, de los que 30 millones son una aportación de capital de la Sociedad estatal y otros 70 serían un préstamo participativo. Duro espera y desea una respuesta a corto plazo de la SEPI, antes de la junta de accionistas de este mes, y ya han percibido que esa posibilidad ha generado el interés de varios inversores. "No contemplamos una respuesta negativa de la SEPI porque cumplimos todos los requisitos y hemos presentado un plan industrial muy potente. Ya estamos notando más apetito en el mercado por la compañía desde el momento que dimos a conocer la posible entrada de la SEPI, y a la vez es un respaldo que genera confianza en los bancos", expuso Orihuela que añadió que la compañía tiene recursos suficientes y sigue consiguiendo contratos, operaciones que generan liquidez, si bien no son de gran magnitud.

La secuencia que desde la ingeniería asturiana esperan que se pueda desarrollar implicaría que tras el visto bueno para la ayuda del Fondo de Rescate se produzca la refinanciación de la deuda, la liquidez y avales con los bancosy, a continuación, se inicie el proceso de búsqueda de inversores con una ampliación de capital prevista para el 2023. Un momento en el que la empresa "habría llegado a un momento de estabilidad que generase el éxito de la entrada de inversores", remarcó el consejero evitando que "ocurra como en la de 2018, cuando hubo inversores perdieron mucho dinero".El lastre de las prácticas obsoletas de gestión

Orihuela reconoció que Duro Felguera ha sufrido el lastre de "tener prácticas de empresa algo obsoleta, no acordes a la gestión actual", y lo que procede es "cambiar y reinventarse. Eso es siempre algo sano para una compañía de tanta trayectoria como Duro Felguera. Vamos a reinventarnos por enésima vez con éxito".

En ese cambio la junta directiva aboga por reconducir el hecho "inconcebible" de que una compañía del sector de la energía "no haya entrado al negocio de las energías renovables. Hay que recuperar posición y es el momento idóneo para hacerlo" por el volumen de dinero y fondos públicos que reunirá el sector en los próximos años. "Hay que entrar con cartera de proyectos pero también tenemos que plantearnos ser propietarios de los activos", expuso José María Orihuela. Cuando tengan proyectos definidos Duro "estaría en disposición de pedir fondos europeos" para ellos.

La plantilla: un ERTE para 300 y viabilidad futura completa

En la recuperación de la empresa no se plantea "ninguna reducción de plantilla", aunque por delante queda la negociación de un segundo Erte que "es necesario hasta que la compañía no recupere la capacidad de contratación y no equilibre la carga de trabajo con los efectivos disponibles", expuso el consejero delegado. En todo caso, avanzó que el segundo Erte pretenden que no implique a más personal del que de forma efectiva se vio afectado por el primer expediente de regulación de empleo, que pese a plantearse para 600 trabajadores solo alcanzó a 300. "Nuestro objetivo es tener una compañía rentable, competitiva y mantener el empleo y a día de hoy la mejor opción es un Erte", dijo José María Orihuela.

La oferta de Blas Herrero, una oferta a concretar

Respecto a la actualidad en la que se ve inmersa la compañía por el interés del empresario Blas Herrero en formar parte del accionariado de Duro, José María Orihuela insistió en que "cualquier inversor que quiera capitalizar la compañía tiene esa vía abierta, pero por ahora la empresa gestiona una solicitud, pero no es una oferta. Pueden ser sugerencias, ocurrencias o pueden ser otras cosas, pero no es una inyección económica de un inversor. Y no debe interferir en la solitud que hemos hecho al Fondo de Solvencia porque hemos hecho la mejor solicitud que se podía hacer".