Ence aplazará "uno o dos años" la inversión de entre 480 y 490 millones anunciada en noviembre de 2018 para la planta de Navia y que permitirá aumentar su capacidad de producción de celulosa y diversificar su gama de productos con la incorporación de nuevas líneas de mayor valor añadido, como viscosa, higiénicos y absorbentes. Ante la situación económica y el propósito -ya anunciado en 2019- de priorizar la reducción de la deuda, Ence prevé aplazar doce meses la ejecución de su plan estratégico para su negocio energético y entre uno y dos años su programa inversor para el de celulosa.

El plan para Navia se mantiene -según dijo el presidente y consejero delegado de Ence, Ignacio de Colmenares- pero se paralizará "uno o dos años" hasta que mejore el precio de la celulosa en el mercado: "Ahora mismo el objetivo es reducir la deuda y los costes. La Covid nos ha dejado unos precios históricamente bajos y un aumento de los costes por protocolos de seguridad", señaló el primer ejecutivo a "El Economista". Colmenares apuntó que la compañía podría haber parado una de sus dos plantas de celulosa pero que prefirió mantener el empleo. "Hemos apostado por una especie de dividendo social", señaló.

"No queremos un apalancamiento desmesurado y ahora no vamos a invertir hasta que eso no se dé la vuelta. Quizás en 2021 todavía no podamos reanudar las inversiones", precisó, lo que supondría posponerlas a 2022.

Colmenares señaló que Navia es la fábrica europea más competitiva (350 euros por tonelada) y la que ofrece "la mejor calidad de producto en Europa". La celulosa cotiza actualmente 680 dólares (575,27 euros) por tonelada cuando había llegado a superar los 1.000 dólares.