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Junta de accionistas de una compañía en dificultades

El plan diseñado por Duro es el único que puede salvar al grupo, según Orihuela

El consejero delegado mantiene que la empresa es “viable” y la presidenta justifica las acciones “duras” para “romper con el pasado”

Por la izquierda, José María Orihuela, Roza Aza y el secretario del consejo, Bernardo Gutiérrez de la Roza.

El plan diseñado por la dirección y el consejo de Duro Felguera es el “único que pueda sacar adelante la compañía tal y como la conocemos”, afirmó ayer el consejero delegado del grupo, José María Orihuela, durante la junta general de accionistas de la sociedad.

Orihuela sostuvo que Duro “ha eliminado riesgos del pasado” y es “una empresa viable y estratégica”. La pérdida de 114 millones en el primer semestre fue atribuida mayoritariamente al impacto de la pandemia, que forzó a realizar provisiones por 100,8 millones, una cuantía equivalente a la que el grupo pidió, en agosto, al Estado como ayuda pública. El consejero delegado reiteró que confía en una contestación rápida a esta solicitud (el Gobierno tiene de plazo hasta fines de febrero) y “por supuesto, positiva”. Todo el plan diseñado por el grupo pivota sobre la premisa de esta eventual aportación pública.

Blas Herrero

No hubo alusiones explícitas a la propuesta que plantea el inversor asturiano Blas Herrero, pero la proclamación del esquema diseñado por el propio grupo como única opción excluye de modo implícito la alternativa del empresario asturiano. Herrero –que la semana pasada se ofreció por carta al consejo de Duro para negociar un acuerdo e incluso para incorporarse al plan diseñado por la ingeniería– afirmó en un comunicado emitido antes de la celebración de la junta general que “hasta la fecha, ningún representante de Duro Felguera ni de su asesor financiero se ha puesto en contacto” con él para “participar en el proceso de captación de inversores que el señor Orihuela dice estar llevando a cabo”.

La empresa no prevé una respuesta negativa del Estado y Blas Herrero dice que no lo han llamado

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El plan que lidera la dirección y el consejo de Duro pasa por la recapitalización temporal de la sociedad por el fondo estatal creado para apoyar la solvencia de empresas estratégicas dañadas por la pandemia, la refinanciación de la deuda bancaria por el sindicato de acreedores financieros y el acceso a nuevas líneas de liquidez y avales con garantías del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (CESCE). A ello se suma la implantación de un plan industrial “prudente y realista” para el periodo 2020-2025 que fortalezca el negocio tradicional de la compañía y el desarrollo de nuevas líneas de actividad en energías renovables y sistemas inteligentes. El plan estratégico culminaría con la captación de inversores “que aporten” –señaló Orihuela– “nuevos negocios complementarios” y la salida del Estado del capital del grupo.

Banca y plan industrial

La última propuesta a la banca acreedora consiste en un pago adelantado del 10% de la deuda, la conversión del 20% del importe nominal en un préstamo participativo que se pagará en 2023 y la transformación del 70% restante en obligaciones convertibles, con plazo máximo de ejecución en 2025 y un factor de conversión del 5% del capital existente en ese momento. A eso se añadirían la línea de avales por 100 millones con cobertura de Cesce y la posibilidad de nuevas líneas de liquidez con la garantía de ICO. “Esta compañía necesita el apoyo de la banca para poder reinventarse y hemos hecho un gran esfuerzo para cumplir con las exigencias de las entidades financieras”, dijo Orihuela.

El plan industrial está concebido sobre la base de fortalecer el negocio tradicional, ampliar El Tallerón para fabricar equipos para energía eólica marina y operar como grupo promotor y desarrollador de proyectos en energías renovables, un mercado en el que se esperan inversiones mundiales –dijo Orihuela– de hasta 1,5 billones de euros hasta 2030 y para el que la UE ha anunciado fondos millonarios de apoyo a la transición energética.

En la transición digital –el otro frente de futuro– Duro pretende desarrollar su potencial con la consolidación de sus filiales y áreas de negocio Epicom, Felguera TI y Sistemas Logísticos en un área de sistemas inteligentes. El proyecto prevé que los nuevos negocios de renovables y sistemas inteligentes aporten en 2025 entre el 25% y el 30% de los ingresos, el área de competencias básicas bajaría del 29% al 25% y los proyectos “llave en mano” (que han sido el origen de los riesgos que acosaron a la sociedad en los últimos años) reducirán su peso desde el 70% al 45% o 50%. Duro espera alcanzar en 2025 una facturación de 622 millones (frente a los 395,5 millones de 2019) y una contratación de 700 millones.

Romper con el pasado

Roza Aza, presidenta no ejecutiva, respaldó el plan del consejero delegado, dijo que España “no puede permitirse perder activos” como Duro Felguera, que fue “factor importante en el desarrollo energético e industrial de España” y que puede “seguir siéndolo”. Aza justificó los recientes despidos disciplinarios y la querella contra el expresidente Ángel del Valle por “ética y transparencia”. “No es posible defender un nuevo proyecto para la compañía sin romper con el pasado”, dijo, “con decisiones muy duras”.

La junta ratificó con más del 97% de los votos emitidos le gestión y el nombramiento de los consejeros Aza, José Massa, Valeriano Gómez y Jordi Sevilla. Tres reformas de reglamentos y estatutos no se pudieron votar porque la asistencia de accionistas fue inferior al 25%.

OBJETIVOS PARA 2025

622 Millones de euros de volumen de negocio. Supondría un aumento del 57% sobre los 395,5 millones de 2019.

48 Millones de euros de resultado operativo. El margen del negocio se situaría en el 8% en la fecha de referencia.

30% Peso de renovables y sistemas inteligentes. Los proyectos “llave en mano” bajarían del 70% a casi el 50% de negocio.

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