El Consejo de Ministros dio luz verde ayer a un subsidio para los parados que agotaron todas las prestaciones de desempleo durante los meses de confinamiento, por una cuantía de 430 euros y durante tres meses. Con esta prestación, en la que el Ministerio de Trabajo llevaba trabajando desde el verano, se dará cobertura a quienes entre el 14 de marzo y 30 de junio agotaron el desempleo sin tener acceso a otras ayudas ni tampoco poder buscar trabajo por las restricciones el confinamiento y el parón de la actividad económica.

Los sindicatos UGT y CC OO criticaron que la ayuda “llega tarde”, aseguran que ya la habían reclamado en junio y advierten que el número de potenciales beneficiarios será “muy limitado”. Resaltan las centrales que cuando reclamaron en verano esta ayuda se estimaba que podría llegar a 550.000 personas, pero que tal y como se ha diseñado ahora el subsidio solo alcanzará a 250.000. Menos de la mitad. El truco estaba en que los sindicatos habían demandado, y de primeras al Gobierno no le parecía mal, que pudieran beneficiarse de la prestación aquellos que se hubieran quedado sin ningún tipo de ingreso entre marzo y septiembre, más allá de los tres meses de confinamiento.

Trabajo asegura que para poder acceder a la ayuda se ha de estar en situación de desempleo e inscrito en los sistemas públicos como demandante de empleo. El subsidio, detalla el departamento de Yolanda Díaz, no será compatible con la percepción "de la renta mínima, la renta de inclusión, salario social o ayudas análogas de cualquier administración pública".

Junto a esta ayuda, el Consejo de Ministros también aprobó un subsidio de desempleo de tres meses para el personal técnico o auxiliar en eventos o obras culturales con el que esperan llegar a más de 10.000 trabajadores.

Según avanzó la semana pasada la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, podrán acceder a esta ayuda, con un coste total de 14 millones de euros, trabajadores con tan solo 35 días cotizados.