La empresa tecnológica Gigas, fundada por el gijonés Diego Cabezudo, ha comprado por 40 millones de euros la lusa Oni, especializada en telecomunicaciones para empresas, y prepara también una oferta por una compañía similar en España cuyo nombre no ha transcendido.

Gigas, con sede en Madrid, pero con raíces asturianas, se dedica al almacenamiento de datos en la nube y, con estas adquisiciones, trata de posicionarse como uno de los operadores del mercado de las telecomunicaciones para empresas más relevantes de la Península Ibérica.

“Es un mercado que es nuevo para la empresa, pero no para los socios, que ya tenemos experiencia en el sector de las telecomunicaciones y consideramos que es un servicio muy complementario al de cloud (almacenamiento en la nube) que ya ofrecíamos”, señaló ayer Cabezudo. Oni, que hasta ahora era propiedad de MásMóvil, tiene una cartera de 1.100 clientes (todos ellos empresas) en Portugal. Gigas asume la deuda de 3 millones que había acumulado la lusa. A cambio verá incrementada notablemente su facturación y sus ingresos. Es más, Gigas, señala Cabezudo, tiene previsto llegar este año a los 50 millones de facturación, gracias a esta compra, a la que harán en breve en España y a otra adquisición que realizaron hace unas semanas en Irlanda.

La tecnológica espera hacerse pronto un hueco el mercado de las telecomunicaciones para empresas. En el caso de España se encontrará con la voraz competencia de algunos gigantes como Telefónica o Vodafone, o de la asturiana Telecable (ahora en manos de Euskaltel). Aunque su visión es global, señala Cabezudo. Gigas tiene once centros de datos repartidos por el mundo y el objetivo, explica uno de los fundadores y consejero delegado de la empresa, es usarlos para entrar en este nuevo mercado en América Latina y también en Europa.