ArcelorMittal ha puesto el cartel de “se vende” a su filial Industeel, que tiene seis plantas de producción repartidas por Francia y Bélgica que, entre todas, dan empleo a 2.300 personas. La filial está especializada en la producción de chapas, lingotes, piezas de acero forjado y láminas en caliente. La más grande de todas sus plantas está en Charleroi (Francia) y es capaz de producir 250.000 toneladas de chapa gruesa al año. La siderúrgica ya ha encargado a una conocida entidad financiera que le busque posibles interesados en estas instalaciones fabriles, que han sufrido un fuerte recorte de su actividad debido a la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus.

No obstante, estas fábricas no marchaban mal. En 2019 consiguieron en su conjunto una facturación superior a los 520 millones y beneficios de 3,3 millones. Incluso, Arcelor había realizado recientemente una importante inversión en una de las factorías para modernizarla. De ahí que a los sindicatos franceses y belgas les haya pillado el anuncio a contrapié.

Lakshmi Mittal había asegurado en la última presentación de resultados del grupo que el proceso para deshacerse de activos –es decir, la venta de instalaciones– había concluido

Más aún cuando el propio Lakshmi Mittal había asegurado en la última presentación de resultados del grupo que el proceso para deshacerse de activos –es decir, la venta de instalaciones– había concluido, ya que se había logrado meterle un buen recorte a la deuda del grupo. Dijo exactamente que, pese a la complicada coyuntura, durante el tercer trimestre se había concluido “el programa de reducción del endeudamiento y el de enajenación de activos”. Y añadió: “Tras el acuerdo alcanzado para la venta de ArcelorMittal en Estados Unidos (otra filial) podemos dar ahora prioridad a la remuneración de los accionistas”.