Ligero acercamiento entre los sindicatos y la dirección en Asturias de ArcelorMittal para intentar pactar el ajuste en la división de largos de la multinacional –la acería, alambrón y carril– aunque aún sin acuerdo. La aproximación, de hecho, fue insuficiente para que CC OO y la CSI anularan la huelga que mantienen en la acería de Gijón y que hoy subirá de tono una vez que los trabajadores de este taller se reincorporen a sus puestos de trabajo tras pasar unos días de ERTE. Hubo acuerdo, en cuestiones como, por ejemplo, crear una comisión para intentar acabar con los problemas de productividad que tiene el tren de carril debido al “descanso para el bocadillo” que disfrutan los trabajadores. Arcelor, incluso, le ha puesto cifras a esas pérdidas por culpa de esa pausa. Son 25.000 toneladas al año.

También hubo un leve acercamiento en cuanto al alambrón. La compañía ha desistido, sostuvieron los sindicatos, de amortizar tres puestos de los que había planteado inicialmente –los de los gruistas– porque, sostiene, últimamente ha subido la carga de trabajo en el taller y amortizar esos trabajadores sería inviable. Con lo que los puestos que pretende ahora amortizar Arcelor ascienden a 18. En lo que no hay acuerdo ni de lejos es para la acería gijonesa, donde la multinacional asegura que le sobran 23 puestos de los más de 300 trabajadores que tiene este taller.