Asturias está bien posicionada para afrontar la transición energética, una de las grandes apuestas europeas, porque cuenta con un sector energético regional de “alta productividad relativa” y con “fuerte capacidad de arrastre y empuje sobre otras actividades”. Y aunque por sí mismo el sector de la energía, muy intensivo en capital, es capaz de generar poco empleo, sí puede contribuir a ello por sus “encadenamientos productivos” y consiguiente efecto sobre otros ámbitos de actividad.

Sin embargo, la situación actual de la economía asturiana es de “extrema fragilidad” porque, de los sectores en los que se ha especializado en relación con los 27 países de la UE, sólo cinco pueden considerarse “sólidos”, entendiendo por tal “alta especialización con elevada productividad relativa”. Y ninguno de esos cinco sectores presenta una “destacada ventaja comercial exterior”.

Así lo apunta el informe “Análisis sectorial de la economía asturiana para desarrollar proyectos de apoyo a la innovación”, realizado por los profesores Fernando Rubiera y Esteban Fernández, director y subdirector respectivamente de la Cátedra C Innova, y que ayer fue presentado por los autores y el consejero de Ciencia e Innovación, Borja Sánchez.

El estudio sobre las potencialidades y debilidades sectoriales asturianas, planteado como orientación para “enfocar programas de impulso o proyectos de apoyo a la innovación” que contribuyan a una “óptima estrategia regional de especialización inteligente”, dictamina por ello “la imperiosa necesidad de ampliar la especialización productiva de Asturias en actividades y sectores con alta productividad, elevada competitividad comercial y mayor capacidad de liderazgo sobre el resto”.

El estudio abre expectativas para atender esta demanda y visualiza “la existencia de múltiples sectores con una buena posición en términos de productividad y competittividad”.

En concreto, destaca el “potencial agroalimentario” (y en particular el sector lácteo), la metalurgia, la energía, la sanidad y otros servicios y sectores vinculados a la población envejecida, los servicios de ingeniería y otras actividades terciarias intensivas en conocimiento, que deberían verse respaldadas y fomentadas –señalan Rubio y Ferrnández– mediante el aprovechamiento del “espacio urbano del área central”, una “ventaja” de Asturias, según los autores, para, mediante “una cultura de cooperación institucional que sustituya a la competencia entre localidades”, la mejora de la movilidad ny la “integración plena de su mercado de trabajo”, permita aprovechar las llamadas “economías de aglomeración”.

Tasa anula del PIB en 2019

Tasa anula del PIB en 2019

Alimentación. La industria agroalimentaria asturiana presenta en general una alta productividad relativa (sobre todo la industria láctea, superior a la media de la UE), balanza comercial relativa favorable y encadenamientos productivos, por lo que el estudio plantea que una interacción de este conjunto de actividades con el “sólido” sector hostelero y el turístico, además del de comercio, deberían ser generadores de sinergias muy favorables y con capacidad diferenciadora y propulsora.

Metalurgia. El sector metalúrgico, con una productividad relativa superior a la media de la UE 27, tiene capacidad, dice el informe, de acometer una estrategia de innovación y de creación de alianzas para la modernización industrial regional y es “clave” por su capacidad de “arrastre y empuje”. En el caso de la fabricación de maquinaria y equipo y de otro material de transporte, el análisis detecta “productividad relativa superior a la media de la UE pero especialización inferior” y con una “destacada ventaja exterior”. Una “estrategia de alianzas” puede favorecer su potencial y su capacidad de creación de empleo.

Rubio y Fernández ven más débil el sector de fabricación de productos metálicos” por su alto peso relativo en empleo y menor productividad relativa. Proponen modernizarlo con una estrategia de innovación por su “destacada ventaja exterior” y sus “lazos con el resto del tejido productivo regional”, lo que también lo convierte en “clave”. El sector metalúrgico en su conjunto debe ser, señalan, “la actividad líder de una estrategia integral de apoyo a la industria”.

Servicios. Los servicios de arquitectura e ingeniería, financieros y otras actividades terciarias intensivas en conocimiento tienen una gran importancia de algunos casos por su capacidad para atraer industria avanzada, como ocurre, dice el documento, con los servicios de ingeniería.

Transición digital. Muchos sectores como las telecomunicaciones, actividades informáticas y servicios de información y otras no destacan por tener ventaja comercial relativa yen la mayor parte de los casos presentan una baja productividad relativa. Por el contrario, el sector específico de telecomunicaciones tiene una alta productividad relativa y fuerte capacidad de empuje y arrastre, por lo que puede servir de apoyo a la digitalización de la economía asturiana, pero sin olvidar, argumenta el informe, “la debilidad que al mismo tiempo presentan las actividades regionales vinculadas a las tecnologías de la información y el conocimiento (TICs)”.

Envejecimiento. “Asturias presenta uno de los niveles de envejecimiento más elevados de España y de Europa”, por lo que existe una oportunidad de crecimiento para aquellas actividades que sean tanto más demandadas cuanto más envejecida esté una población con creciente poder adquisitivo”, dice el análisis, y más cuando “Asturias presenta productividades relativas superiores a la media de la UE-27 en sectores como la sanidad pública, la red privada de asistencia social o el sector de seguros y planes de pensiones”.

El Principado fue la segunda región que menos creció el año pasado

Asturias fue la segunda región que menos creció en 2019 en términos de volumen (1,2%) frente a 2% de España y el 1,6% de la media de la Unión Europea, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). El PIB per cápita (riqueza generada por habitante) se situó en Asturias en 23.299 euros, el 11,8% inferior a la media nacional y el 23,38% menor que el promedio comunitario. Asturias es la undécimas región española en virtud de este indicador económico.