Despedir un año nefasto como el del coronavirus y dar la bienvenida al esperanzador 2021 con gamba roja de Xàbia, Dénia, Villajoyosa o Santa Pola no está al alcance de cualquiera. Por precio, casi 300 euros el kilo, y porque los ejemplares están contados esta Navidad. Los vendedores de pescado coinciden en que detrás de las escasas capturas están los temporales de las últimas semanas, que impiden a los barcos alejarse a los caladeros. Y también los terremotos: ya que los movimientos sísmicos más frecuentes en aguas del Mediterráneo provocan su migración a puntos cada vez más lejanos.

Por este motivo, los escasos kilos de gamba roja selecta puestos a la venta en los mercados de Alicante para Nochevieja volaron. Tres kilos en el caso de Mariscos Jesús, quien los sacó a mostrador a las siete de la mañana y en media hora no tenía ni una. A 290 euros el kilo, hizo un buen negocio, con "gambas frescas, pescadas anoche en Santa Pola, y las cigalas igual. Se nota mucho el color del marisco fresco porque hay mucho congelado", advertía el placero mientras mostraba uno de los pocos ejemplares de cigala que le quedaban, de 155 gramos de peso. También está por las nubes este crustáceo, que ha vendido a 270 euros el kilo. Ofrecía asimismo quisquilla de bahía a 140 euros el kilo.

"La gente encarga y lo paga, va buscando la calidad. Hay personas que prefieren comerse cuatro gambas o cuatro cigalas buenas que un kilo de congeladas", dijo el vendedor, Jesús López. Manjares que el resto del año rondan los 100 euros pero que disparan su precio por estas fechas navideñas.

"Desde que hemos empezado a montar el puesto esta mañana tenemos gente. Tengo la mejor gamba roja del Mercado", apuntaba María Jesús Bas, propietaria del puesto del mismo nombre, que también vendió la escasa mercancía conseguida a 290 euros el kilo la mediana. El año pasado vendió la más gorda a ese precio. Este año no tiene: de haberla ofrecido se habría elevado su coste a más de 300 euros. En su caso, dio salida en pocas horas a 9 kilos del selecto producto, todo por encargo. "La clientela lo paga. Este año está más cara porque apenas hay gamba, y lo mismo la cigala, que está a 200 euros más gastos, lo cual es una burrada". Explica la vendedora de marisco que uno de los factores de la escasez de este tipo de crustáceos , que empezaron a notar hace dos años, son los temporales, "pero también que ha habido muchos terremotos que lo han movido todo, y la gamba ha desaparecido".

Quienes no han podido acceder a la gamba roja fresca de bahía ni a la cigala optaron por la de Almería y Huelva, en torno a 150 euros el kilo; o por la congelada, aunque en el puesto de Domingo Martínez se agotaron hace veinte días, y eso que ofrecía seis tamaños con un abanico de precios entre 30 y 80 euros el kilo. La pata de Alaska, a 37 euros el kilo, también se acabó en su puesto. Evaristo López ha vendido para Fin de Año mucho pescado de horno, lubina, dorada y rodaballo de acuicultura criado en Galicia, "a 15 euros el kilo para cuatro personas un buen pescado para horno". La Asociación de Concesionarios del Mercado espera un aumento de ventas del 15% estas fiestas.