La salida del Reino Unido del club de la Unión Europea (UE) no será traumática para la nómina de exportadores asturianos que venden en el archipiélago principalmente productos siderúrgicos, alimentos y papel. “No va a ser más complicado vender. Habrá más papeleo, pero solo será un problema para aquellos que no estén acostumbrados a operar fuera de la UE”, apunta Luisa Cardín, responsable de exportaciones del grupo asturiano El Gaitero, que añade que la separación más o menos amistosa de los británicos no tendrá impacto sobre sus exportaciones de sidra. El “brexit blando” pactado entre Bruselas y Londres permitirá que las mercancías asturianas continúen entrando en Reino Unido sin aranceles. En juego estaban más de 200 millones al año en mercancía “made in Asturias”.
La industria regional es una de las que tienen sus miras puestas en Reino Unido, donde vende material ferroviario, pasta de papel, cinc, fertilizantes y productos de alimentación. Tanto exportan las compañías asturianas por aquellas tierras que Reino Unido es el octavo cliente en importancia. Lejos, eso sí, de los tres principales clientes asturianos: Francia, Italia y Alemania. La Sociedad de Promoción Exterior Principado de Asturias (Asturex) está aún estudiando el alcance del acuerdo entre la Unión Europea y el Gobierno de Boris Johnson para concretar el impacto que pueda tener sobre las empresas de la región. No obstante, las compañías ya están echando cuentas y la valoración es favorable. La burocracia aumentará, pero no de forma considerable. Ence, por ejemplo, asegura que como su material viaja por barco entre Asturias e Inglaterra ha conseguido sortear los atascos en el canal de la Mancha de las últimas semanas. “En lo restante, la compañía trabaja para seguir realizando las exportaciones con normalidad, aplicando los cambios administrativos pertinentes”, apuntaron fuentes de Ence. Para la papelera con fábrica en Navia, el británico es su cuarto mercado en importancia. Allí exporta 30.000 toneladas anuales de pasta de papel.
Consuelo Busto, presidenta de Bodegas Mayador, se muestra pragmática. “Antes Reino Unido eran un país de la UE y ahora tenemos que actuar como si fuera un tercer país cualquiera, será como vender a Arabia Saudí o a Puerto Rico, donde ya estamos”, argumenta la empresaria. En la práctica eso supone que la burocracia crecerá, una circunstancia que para aquellas empresas que están más acostumbradas a exportar no supondrá demasiados quebraderos de cabeza, pero que sí puede ser un problema para aquellos que quieran ampliar su mercado y vender por aquellas tierras por primera vez.
Otra de las empresas que tienen negocios en Reino Unido, y más concretamente en Londres, es la gijonesa Zitrón, dedicada a la fabricación y venta de sistemas de ventilación para túneles. Tiene varios contratos para el mantenimiento de algunas obras realizadas en la capital y, además, aspira a hacerse con contratos para llevar a cabo nuevos proyectos en tierras británicas. “A nosotros no nos ha afectado, al final creo que habrá una relación directa, nosotros queremos exportar y ellos necesitan comprar productos a la UE”, señaló Antonio Fernández-Escandón, presidente de Zitrón.
Hasta octubre, según las últimas cifras que maneja el Instituto de Comercio Exterior (Icex), las compañías asturianas vendieron en Reino Unido productos por valor de 126 millones de euros, un 27% menos que en el mismo periodo del año anterior. En años anteriores la cifra superaba los 200 millones y en 2018 se alcanzó un récord al llegar a los 300. Las empresas asturianas apuntan que más que el “brexit” lo que está cercenando sus exportaciones es el impacto de la crisis del coronavirus.
