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La inseguridad y las restricciones elevan a niveles de récord el ahorro de los asturianos

Los depósitos que las familias de la región tienen en el banco subieron más de un 6% en 2020, mientras los créditos ascendieron un 3%

GETTY IMAGES

La incertidumbre económica, el incierto horizonte laboral y las numerosas restricciones a la movilidad –que impiden viajar y, por oleadas, consumir en bares y restaurantes– han provocado que los asturianos estén haciendo hucha. Más que nunca. Y, también, por lo que pueda pasar en los próximos meses. Las entidades financieras asturianas reconocen que el ahorro de los asturianos está en niveles inéditos. De récord. En números que ni siquiera se habían visto durante la anterior crisis económica de 2008, durante la Gran Recesión. Los datos así lo confirman. Las últimas cifras del Banco de España apuntan que los depósitos (una estadística en la que están incluidas también las cuentas corrientes y similares productos de ahorro) que tienen los asturianos en sus entidades financieras han subido como un cohete desde el estado de alarma para acá. Por encima del 6%.

Los asturianos –excluidas las administraciones públicas– tenían en el banco 26.828 millones en depósitos. Una cantidad de récord. “Lo que está ocurriendo es un fenómeno psicológico que ya sucedió en la anterior crisis económica”, destacó el portavoz de una entidad financiera asturiana, “la gente tiene mucha incertidumbre sobre lo que pueda ocurrir en el futuro y se está lanzando a ahorrar”. Lo que sucedió en 2008 fue no solo que aumentó el dinero que los asturianos tenían en el banco, sino que también bajó el número de créditos que se pedían. Ahora, los préstamos también están subiendo, pero lo hacen de forma mucho más contenida que el ahorro. Subieron un 3,74% en 2020 según los datos que publica de forma periódica el Banco de España y que recoge la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei) en una de sus últimas publicaciones.

A lo largo de estos últimos años, reconocen las entidades financieras, el número de créditos solicitados por los asturianos ha ido descendido de forma considerable. Especialmente desde 2010 para acá. En una trayectoria inversa, al mismo tiempo que bajaban los préstamos, el dinero ahorrado –o invertido en otros productos financieros– fue creciendo de forma considerable. “El problema de todo esto es que la gente tiene miedo y está a la expectativa de cuánto va a durar esta situación”, apunta el portavoz de otra entidad financiera de la región, “eso y que se han restringido muchas actividades que antes suponían un alto desembolso, como los viajes”.

También la Fundación para las Cajas de Ahorros (Funcas) ha constatado el empuje. María Jesús Fernández, economista senior de este organismo, asegura que “el ahorro del segundo trimestre de este año fue, fundamentalmente, un ahorro forzoso, resultado de la imposibilidad material de consumir debido al confinamiento y al cierre de numerosas actividades económicas, no de una decisión deliberada de los ciudadanos de contener su gasto”. Y añade: “Muchas personas sufrieron una reducción drástica de sus ingresos y perdieron toda capacidad de ahorro, pero la mayor parte mantuvo su puesto de trabajo y sus ingresos, lo que explica el incremento sin precedentes del ahorro familiar”.

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