Epicom, la filial tecnológica de Duro Felguera especializada en protección de comunicaciones críticas, ha logrado un contrato de la Armada Española por un importe de 4 millones de euros para el mantenimiento de los equipos criptográficos a bordo de la flota.

Epicom es proveedor del Estado en la prestación de servicios altamente especializados para diversos ministerios, entre ellos el de Defensa y el servicio de inteligencia.

La pertenencia de Epicom a Duro Felguera ha sido uno de los diversos argumentos utilizados por el grupo para argumentar su condición estratégica en la petición de ayuda al Estado con cargo al fondo de rescate creado por el Gobierno para socorrer a empresas en dificultades a causa de la pandemia. El grupo espera una respuesta este mes a su petición, formulada en agosto.

A su vez, Duro Felguera está negociando con la empresa cotizada rumana Societatea Naãionalã de Gaze Naturale (Romgaz), propiedad en el 70% del Estado rumano, una nueva ampliación de plazo para concluir la central de ciclo combinado de de Iernut, que, con 430 megavatios de potencia, fue adjudicada en 2016 por un importe de 245 millones de euros, ampliable hasta 269 millones, de los que el 70% corresponde a Duro y el resto, a su socio local, Romelectro. El proyecto, que debería haber finalizado a comienzos de 2020 y que ya está ejecutado en más del 80%, sufrió varias ampliaciones de plazo, la última de las cuales venció el 26 de diciembre. Romgaz comunicó que buscará alternativas para concluir la obra, pero Duro, su socio local y Romgaz siguen negociando una posible prórroga a causa del covid y una revisión de costes como consecuencia de un cambio legal de Gobierno en materia salarial. En ocasiones anteriores ha habido acuerdo, previa conformidad del Ministerio de Energía, que aporta el 25% del presupuesto del proyecto. El ministro acaba de ser ratificado en el cargo tras las recientes elecciones celebradas en el país. Duro no tiene comprometidos avales en el proyecto.

En mayo, Romgaz accedió a liberar retenciones aplicadas al consorcio por un importe de 11,4 millones (con lo que Duro pagó a su principal proveedor) y reconoció reclamaciones de 14 millones, que permitirían a Duro Felguera mejorar su beneficio en el proyecto en 3 millones.