La Confederación Hidrográfica del Cantábrico tramita las peticiones de aprovechamiento hidroeléctrico que ha presentado el grupo Lamelas-Viloria en antiguas explotaciones de carbón del Suroccidente. El grupo leonés, que se dedicaba a la minería y ahora se ha centrado en las energías renovables, proyecta la construcción de dos centrales de bombeo que tendrán más potencia instalada que la de los pantanos del alto Nalón (central de Tanes) y que utilizarán agua vertida por antiguas explotaciones subterráneas de carbón que será depurada.

Los proyectos se ubican en las antiguas minas de Buseiro, entre los concejos de Tineo y Cangas del Narcea, y de Coto Cortés, en Degaña. En el primer caso se proyecta una central hidroeléctrica de bombeo reversible de 153 MW de potencia y en el segundo de 356 MW. En antiguos terrenos mineros se excavarán grandes depósitos a cielo abierto situados a distintos niveles (con saltos entre de 297 y 518 metros de altura) que estarán unidos por galerías. Los depósitos inferiores se llenarán con el agua de drenaje de las minas inundadas y el funcionamiento de la central consiste en bombear el agua a los depósitos superiores aprovechando las horas valle –en las que el precio del kw/ hora es más bajo– y hacer el proceso contrario para turbinar en horas punta.