La producción industrial se derrumbó el año pasado en Asturias el 13,9%, un desplome 4,8 puntos superior al promedio español y sólo más liviano que los de Baleares (-20,8%) y el País Vasco (-14,1%). En España la actividad fabril retrocedió el 9,1%, una caída sin precedente desde -16,2% de 2009, durante la última crisis financiera, y el primer desfondamiento en seis años.

La pandemia ha infligido un gran impacto negativo en la actividad industrial nacional y autonómica pese a no figurar entre los sectores más expuestos y damnificados por los confinamientos, cierres de actividad y restricciones de movimientos. En diciembre, se produjo una recuperación del 2,9% en tasa interanual en España respecto al mismo mes del año precedente (con lo que se enlazaron dos meses consecutivos de mejora), pero en Asturias persistió la debilidad, con un retroceso del 3,7%, el sexto más intenso tras los del País Vasco, Navarra, Baleares, Canarias y Andalucía, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). La caída obedeció fundamentalmente a la menor demanda energética por la caída de la actividad general.

Comportamiento del índice de producción industrial

Comportamiento del índice de producción industrial

Asturias. En Asturias, sólo el sector de las industrias extractivas registró un incremento en su actividad en diciembre respecto al mismo mes del año anterior (5,8%), según la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei), mientras que las demás áreas de actividad incurrieron en decrecimientos, que oscilaron entre el -1,3% en la tasa interanual de suministro de agua, actividades de saneamiento, gestión de residuos y descontaminación y el -4,2% en el suministro de energía eléctrica, gas y vapor.

Por el destino de las fabricaciones, la producción de bienes de consumo se redujo en la región el 3,8% respecto al mismo mes de 2019, con un avance muy relevante de los bienes de consumo no duradero (+21,0%), entre los que se incluye la producción alimentaria, y el retroceso de los de consumo duradero (-4,9%).

La producción de bienes energéticos cayó el 3,8 %; la de bienes de capital, el 7,3 %, y la de bienes intermedios, el 0,7 por ciento.

España. En el conjunto del país, el mal comportamiento fue generalizado en todos los sectores como media del ejercicio, con descensos del 15,5% en bienes de equipo; 13,6% en bienes de consumo duradero; 7,9% en bienes intermedios; 7,4, en bienes de consumo; 6,7% en energía y 6,6% en bienes de consumo no duradero. La industria farmacéutica fue la única que progresó (+2,1%) mientras que las regresiones más contundentes se materializaron en la industria del cuerpo y del calzado (-28,1) y en la de la confección de prendas de vestir (-26,5%).

En diciembre, la actividad industrial repuntó en España respecto al mismo mes de 2019 (+2,9%) y también en referencia a noviembre de 2020, con un incremento en este caso del 1,1%. En noviembre se había producido un decrecimiento del 0,9% respecto a octubre. En diciembre todos los sectores industriales protagonizaron comportamientos positivos en España, que fueron más acusado en productos intermedios (+5,9%) y energía (+4,2%).