Total, la petrolera francesa que desde diciembre es la mayor eléctrica de Asturias por número de clientes y la segunda tras EDP por volumen de energía comercializada, perdió en 2020 7.200 millones de dólares (5.948 millones de euros), frente a una ganancia de 11.200 millones en 2019.

Las pérdidas, inferiores a las de otras grandes petroleras mundiales (Shell, Exxon y BP han declarado hasta 20.000 millones de dólares negativos), se atribuye al retroceso del consumo de crudo y al derrumbe de los precios a causa del covid. El crudo, que cotizaba a 59 dólares el barril en febrero de 2020, antes de la pandemia, cayó a 20 dólares y ha tardado un año en recuperar el precio inicial. En el empeoramiento de los resultados de Total también ha sido determinante la depreciación de sus activos por 8.100 millones. Chevron, que no hizo este ajuste, es la única gran petrolera que arrojó un resultado menos malo que Total. El beneficio neto ajustado de Total fue de 4.059 millones, el 66% menos.

La compañía francesa, que en Asturias suministra electricidad y gas a 731.000 usuarios asturianos tras haber comprado a EDP su cartera de clientes domésticos, pymes y autónomos, va a potenciar su transformación en una compañía multienergética (tiene 8 millones de clientes en gas y electricidad en Europa) dentro del proceso de descarbonización y sustituirá para ello su nombre por el de Total Energías.