El grupo energético EDP y la cadena de comida rápida Burger King se han aliado para instalar módulos fotovoltaicos en 300 restaurantes free standing (de construcción independiente) de todo el país, como parte de la estrategia "King Planet" de la estadounidense para reducir su impacto medioambiental.

EDP se encargará de instalar y posteriormente gestionar el servicio durante quince años. Consistirá en la puesta en marcha de 12.000 módulos que generarán un consumo eléctrico conjunto equivalente a la media de más de 2.000 hogares, suficiente "para cocinar 39 millones de hamburguesas al año" y que evitará la emisión de 2.300 toneladas de CO2 al año.

Esta actuación sigue a otras muchas emprendidas en materia ecológica por la cadena de restauración —como la reducción del uso de plástico en sus locales— y es relevante además, según afirman las dos multinacionales, por "contribuir de forma decisiva al impulso de la generación distribuida (esto es, producción in situ de la energía) en España" y por la naturaleza del contrato, que "aporta estabilidad y visibilidad a largo plazo de los costes energéticos".