La cifra de negocio de la industria asturiana se desplomó más de un 19% en 2020. Fue, junto con Islas Baleares –región con escaso peso fabril–, la comunidad que registró una mayor caída de facturación, según el índice publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Los efectos de la pandemia, sumados a los de la acelerada descarbonización, explican el bajón de la industria asturiana.
La rama de la energía, en la que no se incluye suministro de electricidad y gas, fue la que experimentó un mayor descenso de cifra de negocio coincidiendo con el cierre sin alternativas de las centrales térmicas de carbón –las de Lada y Narcea ya se han desconectado de la red y para la de Soto de Ribera hay solicitado el permiso de clausura.
La caída de la cifra de negocio en la industria asturiana, del 19,4%, fue muy superior a la registrada de media en España, que fue del 11,7% debido a los efectos de la pandemia. No obstante, el impacto no ha sido igual para todas las ramas de la industria. El INE destacó ayer que durante los meses de paralización de buena parte del tejido productivo se produjo una disminución importante de la cifra de negocio en todas las ramas, siendo los bienes de consumo no duradero los menos afectados, sobre todo por el acopio de alimentos en los hogares. Por el contrario, energía fue el que presentó un mayor descenso en esos meses. Con la desescalada y la llegada de la nueva normalidad se produjo una recuperación generalizada, pero, sobre todo, en bienes de consumo duradero y bienes de equipo, que incrementaron sus cifras por encima del nivel alcanzado en 2019 en algunos meses durante el segundo semestre.
El colchón de los ERTE
Por su parte, la facturación del sector servicios asturiano cayó el pasado año un 12,3% respecto a 2019 por las restricciones a la actividad por la crisis sanitaria. En este caso, la caída es inferior a la registrada de media en España, que fue del 15,6%, con las agencias de viajes, alojamientos, transporte de pasajeros y hostelería como ramas más afectadas. En Asturias, el empleo en servicios retrocedió un 3,1%, tasa muy inferior a la del descenso de cifra de negocio. Los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) contribuyeron a frenar la caída. La autoridad laboral aprobó en Asturias 8.075 ERTE, que implican a 34.937 personas. De estos, 3.891 son ERTE por impedimento, 3.868 por limitación y 316 procedimientos por causas económicas, técnicas, operativas y productivas.
La excepción de Ence en Navia: bate su récord de producción de pasta de papel
En el año de la pandemia, la planta papelera de Ence en Navia batió su récord de producción con 572.565 toneladas de pasta de papel. Se convierte así en la instalación más productiva del grupo y en la mayor fábrica de celulosa del mercado de eucalipto de Europa. Según informó la empresa, la factoría asturiana logró además durante el pasado ejercicio alcanzar unas ventas de 222.845 megavatios de electricidad en la caldera de biomasa agroforestal y de 345.716 megavatios en la que utiliza como combustible la lignina presente en la madera de la que se extrae la celulosa. La planta de Navia, excedentaria en energía, logró esos resultados en un periodo marcado por la crisis sanitaria en el que su actividad fue declarada como esencial al suministrar celulosa para productos higiénicos y sanitarios y energía renovable.