La multinacional asturiana General de Alquiler de Maquinaria (Gam) obtuvo el año pasado un beneficio de 1,2 millones, el 97% inferior -a causa de los efectos de la pandemia- que en el ejercicio precedente, cuando logró un resultado neto de 40 millones,

La compañía se resintió en el primer semestre a causa de los confinamientos y los ceses de actividad económica pero en la segunda mitad del ejercicio la cifra de negocio creció el 26% respecto a la primera parte del año, aumentó su "ebitda" el 47% y obtuvo un beneficio semestral de 5,1 millones, lo que permitió dar la vuelta a la tendencia. Entre enero y junio había acumulado una pérdida de 4 millones tras una caída de las ventas desde los 71,9 millones del primer semestre de 2019 a los 59,2 millones en el mismo periodo de 2020.

La recuperación del negocio entre julio y diciembre permitió contener la caída de los ingresos en el conjunto del ejercicio a una merma del 6%: la facturación cayó desde los 142,7 millones de 2019 a los 133,6 millones en 2020.

Pese a las dificultades del ejercicio pasado, la compañía reforzó su balance tras la ampliación de capital realizada por n importe de 31,5 millones, renovó su deuda sindicada por 75,4 millones y redujo el 11% su endeudamiento financiero neto, hasta los 108,6 millones,

La compañía inició 2021 con una acusada posición de liquidez disponible (56 millones), lo que, según la empresa, "le permitirá aprovechar oportunidades de crecimiento" tanto por la vía orgánica (expansión del negocio actual e incorporación de nuevas actividades) como inorgánicas (compras).