Asturias tiene “capacidades para entrar en la carrera, en la competencia, por el desarrollo del hidrógeno”. Lo aseguró ayer Enrique Fernández, consejero de Industria del Principado, que sacó pecho después de que el pasado lunes el País Vasco presentara su candidatura a liderar el desarrollo del combustible verde del futuro en España con la creación de un consorcio con 78 entidades públicas y privadas que aglutina 34 proyectos de toda la cadena de valor del hidrógeno. En juego están cientos de millones de los fondos europeos.
Fernández destacó que, de cara a aprovechar las oportunidades que abren los fondos de recuperación, Asturias tiene potencial en energía eólica tanto marina como terrestre, en hidráulica y en biomasa. Además destacó que la región tiene “capacidades” para competir en la carrera del hidrógeno, que ya está lanzada y en la que regiones como el País Vasco ya se ha posicionado en cabeza. Fernández aseguró que Asturias puede entrar “en la competencia por el desarrollo del hidrógeno en todas sus fases de la cadena de valor” y destacó que se manejan proyectos en “producción, distribución, almacenamiento y consumo”. Suman más de 3.000 millones de inversión.
Producción
Naturgy y Enagás estudian la construcción en El Musel de una planta de electrólisis para producir hidrógeno verde que estaría alimentada por un parque eólico marino y otro terrestre. Iberdrola pretende construir otra planta de hidrógeno en la central de carbón de Lada, y EDP y Capital Energy barajan iniciativas vinculadas a la producción.
Distribución
Duro Felguera, Nortegas y Hunosa explorarán la producción de hidrógeno y su inyección en la red de gas en las Cuencas. Enagás también prevé la distribución en su red de gas.
Almacenamiento
Enagás y Naturgy pretende usar la regasificadora del puerto de El Musel para almacenar hidrógeno de sus futuras plantas de producción de El Musel y la térmica de La Robla, en León.
Consumo
El plan que manejan Naturgy y Enagás prevé el suministro de hidrógeno para el consumo de la gran industria asturiana. Compañías como ArcelorMittal han empezado a usar “hidrógeno gris” (gas de las baterías de coque) y podrían dar el salto al “verde”.