Asturias fue pionera en el mundo en el uso del hidrógeno para la tracción ferroviaria. En 2011, el automotor “Fabiolo” se movió por las vías de la estación de Pravia impulsado por el que ahora es considerado como el combustible del futuro. Asturias se adelantó una década al “boom” del hidrógeno, pero ya no lidera el desarrollo de la tecnología. El País Vasco es ahora el referente en España, con varios proyectos ferroviarios en marcha que están ahora dentro del paraguas del “Corredor Vasco del Hidrógeno”, el consorcio que aspira a convertir a Euskadi en el polo del combustible renovable en España, un anhelo que también persigue el Principado.
El “Fabiolo” –un automotor procedente del Ferrocarril de Carreño que había sido comprado de segunda mano en Bélgica– se rehabilitó y equipó con un sistema de propulsión de hidrógeno gracias a una inversión de un millón de euros aportados por Feve, el Principado de Asturias y fondos europeos. Sólo circuló en pruebas por las inmediaciones de la estación de Pravia y hoy permanece almacenado en los talleres de la antigua Feve en Pravia. Su tecnología, que no fue afinada con nuevos desarrollos, está obsoleta, aunque hace un año el Centro Nacional del Hidrógeno utilizó parte de sus equipos para unos ensayos.
En Alemania ya circula un tren regional movido con hidrógeno y en España la tecnología se está desarrollando principalmente en el País Vasco. La compañía vasca CAF lidera un proyecto europeo para homologar un tren Civia de Renfe al que se le van a realizar modificaciones para incorporarle pilas de combustible y baterías que permitan la propulsión con hidrógeno en los tramos no electrificados. Renfe lidera otro proyecto de modificación de tren eléctrico para el uso de hidrógeno y los ensayos de propulsión se realizarán en la localidad vizcaína de Valmaseda. Y Talgo, que forma parte del consorcio “Corredor Vasco del Hidrógeno”, está desarrollando un tren dual hidrógeno-eléctrico que podrá circular por vías con sin catenaria.
