El consejo de administración de El Corte Inglés ha aprobado un nuevo plan estratégico que prevé un ajuste de plantilla de 3.000 personas basado en bajas voluntarias incentivadas. El programa, que se dará a conocer hoy a los sindicatos, tiene dos puntos claves. El primero, la diversificación de los ingresos para no depender exclusivamente de las ventas retail y mejorar los márgenes. El segundo, una reorganización voluntaria para un máximo de 3.000 personas de las 63.000 que hay en la sociedad afectada. En Asturias, la compañía tiene cerca de 2.000 empleos.

El plan se dirigiría, según las primeras estimaciones, a los mayores de 58 años. La reorganización afecta exclusivamente a El Corte Inglés SA, es decir, a los grandes almacenes, no a filiales como Viajes El Corte Inglés. Es la mayor reestructuración de la historia de la compañía.

El plan de ajuste se inició ya el año pasado con la venta de inmuebles. La compañía ha registrado en el último año unas pérdidas de más de 500 millones y ha constatado que los clientes han incrementado de forma exponencial los pedidos “on-line”. Esta transformación requiere, según la dirección de El Corte Inglés, menos puntos físicos de venta y una fuerza de ventas distinta. Se prevé que 2.500 bajas sean de los centros comerciales y 500 de servicios corporativos.