Tras la primera reunión negociadora del plan de ajuste de plantilla presentado por El Corte Inglés, fuentes presentes en la reunión aseguran que se mantiene el carácter voluntario de adscripción a sumarse a una de las 3.000 bajas pero que los mayores de 50 años seguirán en la empresa. El informe informe técnico y económico de las causas que justifican la medida establece que los colectivos no afectados por el plan son los mayores de 50 años, los trabajadores con contratos eventuales o de relevo y aquellos que trabajan por obra y servicio en días sueltos.

Según esta propuesta de la empresa, el plan "no quiere ser un plan de rejuvenecimiento, ni de desvinculación, sino un proceso de reducción de plantilla y reorganización de la empresa".

La idea de la dirección de El Corte Inglés es afrontar una adaptación de las necesidades de personal del grupo al contexto abierto por la pandemia. Aseguran en concreto que no pretende afrontar un "plan de jubilación anticipada generalizado". Ha habido consenso en esa primera reunión en que "los colectivos a proteger deben ser aquellos que tienen más difícil su integración en el mercado laboral".

Los representantes del comité de empresa deben ahora analizar el informe técnico presentado por la empresa, para abrir posteriormente las "condiciones concretas económicas y sociales del plan de reorganización futuro".

El plan voluntario de reordenación de la plantilla afectará a un máximo de 3.000 empleados, de un total de 63.000 trabajadores. La reorganización afecta exclusivamente a El Corte Inglés SA, es decir, a los grandes almacenes, no a filiales como Viajes El Corte Inglés. El confinamiento obligó al grupo que dirige Marta Álvarez a cerrar todos sus centros, a excepción de la parte de Alimentación, entre los meses de marzo y junio; y posteriormente, también se vio afectado por las restricciones puestas en marcha por las distintas comunidades autónomas, que han seguido limitando la actividad de maneras muy variopintas, y por la gigantesca caída de turistas, grandes consumidores del grupo. En concreto, entre los meses de marzo y mayo, El Corte Inglés perdió 510 millones de euros.

Los grandes almacenes siguen siendo el corazón del negocio para el grupo, a pesar de que la empresa esté envuelta en una transformación que apuesta claramente por la diversificación. La compañía quiere dar protagonismo también al área logística y aprovechar la infraestructura con la que ya cuenta, que es la que da servicio a sus centros comerciales y supermercados. Potenciar su filial Sicor, que engloba los servicios integrales de seguridad, limpieza, etcétera, para ofrecerlos a terceros, con márgenes comerciales más altos. Y, sobre todo, en hacer crecer su negocio 'online' para poder ofrecer los mismos servicios que en sus almacenes a todos sus clientes pero a través de internet. En el caso de la filial de agencias de viajes, El Corte Inglés aspira a fusionarse con otras grandes agencias de viajes para crear el mayor operador de habla hispana a nivel mundial.