EDP, principal operador de energía eólica en Asturias con más de 290 megavatios (el 56% de la capacidad instalada en la comunidad), va a repotenciar las plantas de aerogeneradores susceptibles de ello en España e hibridará estos equipos de generación con instalaciones fotovoltaicas y baterías cuando se reúnan las condiciones aptas, según anunció ayer Rui Teixeira, consejero delegado de EDP España, durante una comparecencia en la comisión de Transición Ecológica del Senado. Con estas iniciativas, el grupo pretende obtener un rendimiento muy superior de esos equipos.
Teixeira anunció a su vez que el hidrógeno verde es una prioridad en la estrategia de la multinacional portuguesa y que en España ya está trabajando en iniciativas con sus clientes para descarbonizar industrias del acero, química, cementera y fertilizantes. También está desarrollando proyectos precomerciales con hidrógeno para el transporte.
El primer ejecutivo en España de la multinacional lusa reiteró, como ya había avanzado la empresa el 25 de febrero, que el grupo trabaja en proyectos que, junto a la aportación de otros socios, podrían movilizar un total de 7.000 millones en España en actuaciones vinculadas a fondos europeos. El 28% de este monto (2.000 millones) se prevé ejecutar en Asturias, según se avanzó el grupo hace una semana en Lisboa.
Teixeira ratificó en la Cámara Alta del parlamento el proyecto de energía eólica marina frente a la costa de Asturias con la instalación prevista de un parque flotante de 50 megavatios, así como inversiones en almacenamiento energético mediante bombeo hidráulico, baterías y otras tecnologías. Una de estas inversiones, mediante el uso de sales, está programada para Soto de Ribera.
La eléctrica seguirá con sus planes de modernización y digitalización de sus redes en España (a lo que destinará 700 millones), el desarrollo del autoconsumo compartido doméstico, y también industrial, y la extensión de la red de recarga para coches eléctricos, que actualmente suma 300 puntos.
El primer ejecutivo en España de EDP pidió eliminar el impuesto del 7% a la generación eléctrica que creó Rajoy y apoyó que el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico reparta el esfuerzo de la descarbonización entre todas las tecnologías.
