La herida de la industria asturiana no cicatriza. La producción de este sector, clave para la economía regional, sufrió un retroceso del 5,8% durante el mes de enero en comparación con el mismo mes del año anterior, según los datos que divulgó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE).

A pesar de lo abultado del porcentaje, la caída de la actividad en la región está por debajo del descenso que se registró en el conjunto del país, que fue del 6,9 por ciento. La bajada en el conjunto nacional es la mayor caída desde el pasado mes de junio.

Con la caída interanual de enero, la producción industrial en España regresa a tasas negativas. Es más, todos los sectores registraron en enero caídas anuales de la producción, salvo la energía, que aumentó un 1,6%. El mayor descenso se lo anotaron los bienes de consumo no duradero, con una disminución interanual del 12,2%, seguido de los bienes de equipo (menos 11,2%); los bienes de consumo duradero (8,8%) y los bienes intermedios (5,5%).

Las actividades que más recortaron su producción en enero fueron la confección de prendas de vestir, con un retroceso interanual del 35,5%, y la industria del cuero y del calzado (33,1%). Sólo dos actividades elevaron su producción interanual en enero: el suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado (5,3%) y la fabricación de otros productos minerales no metálicos (1,8%).

Corregidos los efectos del calendario, la producción industrial registró en enero una caída interanual del 2,2%.

En términos mensuales (enero de 2021 sobre diciembre de 2020), y dentro de la serie corregida, la producción industrial bajó un 0,7%, en contraste con el repunte del 0,8% logrado en diciembre.