La energía eólica, por la que quiere apostar Asturias de cara a su futuro energético, va superando cotas. Red Eléctrica Española (REE) divulgó ayer que el viento ha permitido que la eólica generada en España entre el 1 de enero y el 25 de marzo se haya convertido en el registro más elevado alcanzado por esta tecnología desde que se cuenta con registros estadísticos. Hay, además, cuatro comunidades autónomas que ya tienen la eólica como su principal tecnología de generación. En esa lista no está el Principado.

En este balance energético el carbón va perdiendo cada vez más protagonismo. Según un estudio del Observatorio de la Transición Energética y la Acción Climática (OTEA), el carbón ya solo supone el 2 por ciento de la generación de energía en el conjunto del país.

En estas primeras semanas de 2021, la eólica aportó un 32,9% de la energía del sistema eléctrico nacional. REE pone el acento en que el 23 de enero esta energía registró, además, su mayor aportación al mix de generación del país, al alcanzar la cifra de 413 gigavatios (GWh). Asturias tiene ya más de 600 megavatios (MW) de potencia eólica y ya es superior a la del grupo dos de la central térmica del carbón de Aboño, el único que sigue operando con regularidad en Asturias y el que tiene más capacidad de generación (556 MW). Es un ejemplo de transición hacia las energías renovables. Hay comunidades en las que la eólica ya es la principal fuente de generación. Ocurre así en la vecina Castilla y León, Aragón, Castilla-La Mancha y Galicia.

Por su parte, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, aseguró que es “imposible” lograr la descarbonización del sistema energético sin “activar al máximo la electrificación, que es la receta fundamental”. Lo dijo durante la presentación del observatorio OTEA, que señala que las emisiones de gases de efecto invernadero se redujeron un 13,6 por ciento en España en 2020 por las restricciones a la movilidad fijadas para combatir la pandemia de coronavirus.