La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

“Cumpliremos sus sueños”, prometen las hermanas del dueño de Cafento en su despedida

Tineo llora a Carlos Manuel Rodríguez, cuyos familiares aseguran que seguirán “adelante todos juntos, porque él estará guiándonos desde arriba”

19

Funeral por Carlos Manuel Rodríguez, consejero delegado de Cafento

“Entre todos vamos a seguir. Juntos vamos a cumplir sus sueños”. Con esas emotivas palabras despedía ayer Paula Rodríguez Peláez a su hermano, Carlos Manuel Rodríguez, consejero delegado de Cafento, que falleció el pasado jueves de forma totalmente inesperada y repentina mientras asistía al funeral de un familiar. Tenía solo 51 años. Su Tineo, del que nunca quiso separarse y de donde nunca quiso mover su empresa, dio un último adiós entre lágrimas a un empresario emprendedor que, según los que lo conocían, siempre tenía proyectos en mente. Desde el altar de la iglesia de San Pedro, donde la familia –visiblemente afectada por la pérdida–, vecinos, trabajadores, políticos, empresarios y miembros de la Asociación de Empresa Familiar (Aefas), que él mismo fundo hace ahora 21 años, le decía adiós, su hermana le recordó como “una grandísima persona. Siempre tenía los mejores consejos”.

La plaza de la iglesia de San Pedro era un hervidero de vecinos, trabajadores y allegados del empresario media hora antes de que comenzara el oficio religioso. “Son muy queridos, han hecho mucho por Tineo”, aseguraba una vecina. La propia familia se encargó de introducir el féretro en el templo religioso salvando las complicadas escaleras de piedra de acceso a la iglesia. En el interior, las emociones se desataron. La madre de Carlos Rodríguez, Sara Peláez; sus hermanas, Paula y Pilar Rodríguez, y sus dos hijos, Carlos y Gloria, recibieron el cariño de los presentes, que ya comienzan a sentir nostalgia del empresario.

El cortejo fúnebre. | Miki López

El párroco de Tineo, Alfredo de Diego, que se encargó de oficiar la misa del funeral, también se unió a las glosas en memoria del industrial. “Como pueblo estamos sobrecogidos por la pérdida de una persona tan joven”, señaló. Y recordó los últimos minutos de vida del empresario que, aunque nació en Oviedo y estudió en Meres (Siero), se sentía tinetense de corazón. Rodríguez se encontraba en Barcelona en un viaje de negocios cuando le comunicaron la muerte de un familiar y no lo dudó ni un segundo. Puso rumbo a Asturias “porque quería estar cerca de su familia”, señaló el párroco. “Eligió un sitio junto a un retablo de la Virgen en su Anunciación”, agregó. Y allí falleció de un ataque al corazón.

La imagen del retablo la retomaría minutos después su hermana al inicio de su breve discurso. Antes de eso, De Diego remataba su recuerdo al consejero delegado de Cafento asegurando que “la vida de Carlos Manuel era de entrega y de sacrificio. La vida de un empresario no es fácil, de él dependen muchas familias”.

Carlos Rodríguez llevó a Cafento desde Tineo a medio mundo. Los datos son elocuentes. La empresa tiene más de quinientos empleados, de ellos 125 trabajan en Asturias, la mitad de ellos en Tineo y alrededores. Todos los servicios de la compañía están centralizados en ese concejo del suroccidente asturiano, donde está la fábrica fundacional, a la que se han sumado en los últimos años una en Bilbao y otra en Dublín (Irlanda) para asaltar al mercado anglosajón, donde el industrial cafetero había puesto sus miras dado su enorme potencial.

Yolanda Bolaños, la pareja de Carlos Rodríguez, recibe el pésame de un vecino. | Miki López

Paula Rodríguez tomó las palabras del párroco y la analogía con la imagen de la Virgen para señalar que “estoy segura de que mi hermano está allí arriba tendiéndonos su mano, guiándonos y ayudándonos a continuar”. Sus dos hermanas, Paula y Pilar Rodríguez, ya eran desde hace años miembros del consejo de administración de la compañía cafetera, con lo que parece que la continuidad de la empresa está asegurada. “Entre todos vamos a conseguir cumplir con sus sueños y estamos seguros de que él va a estar allí arriba guiándonos”, agregó.

Uno de los momentos más emotivos del acto llegó cuando la hija de Carlos Rodríguez, Gloria, acompañada en todo momento de su tía, tomó el micrófono para dedicarle unas palabras de despedida a su padre. “Era muy bueno. Vamos a intentar conseguir sus objetivos”, aseguró entre lágrimas. Paula Rodríguez tuvo que recuperar el micro para añadir: “Era una grandísima persona. Como hermano era excepcional. Siempre tenía una solución para todo. Era muy reflexivo y siempre tenía los mejores consejos”, asegura.

Como ejemplo de su gran corazón, Alfredo de Diego recordó una de las últimas conversaciones que había tenido con el empresario. Fue hace algo menos de un año. Justo cuando se comenzaban a levantar las restricciones del confinamiento para luchar contra el coronavirus. “Había una persona de aquí, de Tineo, que estaba pasando por unas dificultades económicas graves y que necesitaba encontrar un trabajo con urgencia”, explica, “lo llamamos para ver si se podía hacer algo y nos dio hasta las gracias por habernos acordado de él. El trato fue exquisito”.

La madre del empresario, Sara Peláez, a la llegada a la iglesia. | Miki López

Rodríguez ha conseguido llevar a Cafento a volar alto. La historia de la compañía comenzó en la década de los años treinta del pasado siglo, cuando el gallego Manuel Rodríguez Rodríguez y la asturiana Pilar Menéndez de la Fuente tuvieron en Buenos Aires a su primer hijo, Juan Carlos, y emprendieron el viaje a España para presentarlo a su familia. Con tan mala suerte que durante su estancia en Asturias estalló la Guerra Civil, con lo que les fue imposible volver a cruzar el charco. Con la experiencia que habían adquirido en Buenos Aires decidieron fundar un comercio en Tineo. A la tienda se la conocía popularmente como “la del gallego”. Con lo que su café adquirió ese sobrenombre y acabó convirtiéndose en la primera marca del grupo: El Gallego.

En la década de los cincuenta Juan Carlos Rodríguez independizó la actividad del tueste del café y en 1983 separó la comercialización del café de alimentación y hostelería, creando dos divisiones. Ya en 1987 compró la primera empresa de café y desde entonces ha ido absorbiendo una veintena de compañías. Tal ha sido la expansión de la firma que hasta 2000 Cafento concentraba el 80% de sus ventas entre Asturias y Galicia. Ahora, Asturias y la vecina Galicia solo aportan el 25% de la facturación. El resto está fuera, y cada vez más de ese porcentaje se encuentra más allá de las fronteras españolas. La I+D era otra de sus grandes pasiones y dedicaba importantes recursos a alimentar la innovación en su empresa. De hecho, en La Curiscada tenía un importante centro en el que experimentar con nuevos sabores antes de dar el salto al mercado.

El alcalde de Tineo, José Ramón Feito, manifestó que tanto el fallecido como su familia “siempre apostaron por este concejo, empezaron y mantuvieron sus compañías aquí, seguramente teniendo oportunidades de trasladarlas a otros lugares, pero tanto Cafento como Mantequera de Tineo tienen su sede en el concejo”. Paula Rodríguez recordaba que “somos una gran familia. Aquí en Tineo nos dicen que somos como un clan, como un gran clan, y así vamos a seguir”.

En 2008 Cafento inauguró en La Curiscada (Tineo) una de las fábricas de café más grandes de Europa, donde tiene centralizada la producción de sus marcas globales Montecelio y Stracto y las regionales (El Gallego, Areces...). En 2019, Carlos Rodríguez, el empresario emprendedor, adquirió una participación mayoritaria en la irlandesa Java Republic, con el objetivo de avanzar hacia la internacionalización. Rodríguez ya no podrá cumplir ese sueño. Sus hermanas toman ahora el relevo de una compañía en plena expansión y que desde Tineo mira sin complejos al mundo.

El Principado destaca que Rodríguez era “uno de los empresarios familiares más importantes de Asturias”

El consejero de Industria, Empleo y Promoción Económica, Enrique Fernández, lamentó ayer el fallecimiento de Carlos Manuel Rodríguez, consejero delegado de Cafento, y resaltó su implicación con el concejo de Tineo. En una visita a Somiedo, Fernández destacó que el fallecimiento del empresario había sido repentino e inesperado y apuntó que se trata de “uno de los empresarios familiares más importantes de Asturias, cuya gestión convirtió a una empresa familiar con sede en Tineo como Cafés El Gallego en el primer grupo torrefactor de café de capital español”, que tiene a más de quinientos empleados. El Consejero puso el acento en el carácter emprendedor de Carlos Manuel Rodríguez y la implicación de su empresa con el concejo de Tineo y con el desarrollo del territorio, por lo que trasladó las condolencias del Gobierno asturiano a la familia del empresario y al conjunto de la población del concejo tinetense. Carlos Manuel Rodríguez había sido uno de los once empresarios que allá por el año 2000 fundó la Asociación Asturiana de Empresa Familiar (Aefas), que en estos momentos preside Jorge Suárez. De hecho, continuaba participando de forma muy activa en las actividades de esta agrupación, que llegó a presidir entre los años 2013 y 2015. El objetivo era el de reivindicar las necesidades de un colectivo muy nutrido en la región, el de las empresas familiares. Cafento, por ejemplo, iba ya por su tercera generación. La propia Aefas divulgó un emotivo mensaje de despedida al empresario a través de sus redes sociales. “Gracias, Carlos, por tu entrega generosa en favor de la empresa familiar asturiana. Siempre creíste en ella, impulsándola y promoviéndola incansablemente. Dejas una huella imborrable entre nosotros”, señaló la asociación. Cafento había sido, de hecho, la última empresa galardonada con el premio que esta asociación concede de forma anual. Carlos Manuel Rodríguez recogió el premio hace solo unos meses. En ese momento, el jurado del galardón había destacado la “permanente innovación y excelencia en el negocio del desarrollo del café durante los últimos 90 años” del grupo empresarial, además de su “exitoso proceso de expansión nacional e internacional” y, especialmente, “su fuerte vinculación con sus raíces en Tineo, proyectándose como un motor de la economía local y regional”. Tanto ha crecido la compañía tinetense que durante el año 2019 llegó a facturar 102 millones de euros.

Compartir el artículo

stats