Una mina a cielo abierto de carbón transformada en un gigantesco huerto solar. Todo un símbolo de la transición hacia las energías renovables. La compañía Igesanc Energy impulsa un parque solar que ocupará 100 hectáreas (el equivalente a 140 campos de fútbol) de la antigua mina a cielo abierto de Cerredo, en el concejo de Degaña. De salir adelante será el primer gran parque solar de Asturias. Estará compuesto por 93.500 paneles fotovoltaicos y tendrá una potencia instalada total de 47 megavatios (MW), casi como la central térmica de carbón de La Pereda. El proyecto, presupuestado en más de 30 millones de euros, está previsto que se complemente con una minicentral hidroeléctrica y una planta de producción de hidrógeno “verde”.
El promotor.
Ingesanc Energy ya ha iniciado los trámites para desarrollar el parque solar fotovoltaico, denominado “Cerredo Solar”. La compañía ha presentado a la Dirección General de Calidad Ambiental y Cambio Climático del Principado la memoria del proyecto para iniciar la tramitación ambiental. Ingensac Energy se dedica a promover proyectos en energías renovables y a encontrar los socios adecuados para desarrollarlos. Pertenece al grupo valenciano Ingenia, creado en 2002 para realizar proyectos internacionales de ingeniería. Tiene sedes en Valencia y Shaanxi, en China.
La planta solar.
La primera fase del proyecto incluye la construcción de una planta solar fotovoltaica que ocupará 100 de las 486 hectáreas de suelo de la antigua explotación a cielo abierto de Cerredo, que se asienta sobre terrenos propiedad de la parroquia rural de Cerredo. La mina de carbón, que está inactiva, fue explotada durante décadas por las empresas Hullas de Coto Cortés, Coto Minero Cantábrico y Compañía Minera Astur-Leonesa. Ingesanc pretende instalar en la antigua corta minera 93.500 paneles solares montados sobre estructuras fijas orientadas al sur para maximizar la producción. Cerredo es una de las zonas de Asturias con mayor radiación solar, aunque a nivel nacional se sitúa en valores medios-bajos, según los estudios del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat). Esto hace que el proyectos se sitúe cerca del límite de rentabilidad. “El tamaño total hace a la planta viable. Si se instalaran menos sistemas de captación o la potencia fuera inferior se cuestionaría el rendimiento económico”, señalan los promotores. Para la ubicación del proyecto, Ingesanc Energy tuvo en cuenta la morfología y orientación de los terrenos con respecto al movimiento del sol; que no había afección a espacios protegidos; que el área ya estaba degradada por la actividad minera, y que el emplazamiento ya cuenta con carreteras y caminos de acceso. El campo fotovoltaico tendrá su propia red interna de media tensión y cuatro centros de transformación propios. Estos permitirán la evacuación de la producción a la red eléctrica exterior.
Inversión y empleo.
El proyecto del parque solar está presupuestado en 30.691.375 euros y, según destacan sus promotores, generará beneficios ambientales –por la sustitución de energía de origen fósil por renovable– y económicos para la zona donde se ubica. En concreto destacan que ayudará a potenciar el sector servicios de la zona y los entes locales se beneficiarán con el canon de ocupación de los terrenos –todos el concejo de Degaña– y con las licencias e impuestos. Se prevé la generación de 51 puestos de trabajo durante la fase de construcción, entre puestos de trabajo directos e indirectos, y la creación de nueve puestos de trabajo fijo en la fase de explotación y mantenimiento del parque solar.
Minicentral hidroeléctrica.
El proyecto de la planta solar fotovoltaica incluye también la realización de estudios geotécnicos, económicos y de recursos hidráulicos para evaluar la utilización del cono invertido de la mina (generado por la extracción de tierra y mineral) para poner en marcha una minicentral hidroeléctrica de bombeo. El cono invertido, de 20 hectáreas de superficie, se utilizará como embalse que se llenará por el día con el agua del cercano Arroyo Rozarreo (situado a 660 metros), que se bombeará utilizando la energía solar. El agua se soltará por las noches a unas turbinas para generar electricidad. De esa forma se podrán aprovechar al máximo durante todo el día las infraestructuras de evacuación (líneas y centros de transformación).
Planta de hidrógeno “verde”.
El proyecto se completará con un estudio de viabilidad para la instalación de un electrolizador de hidrógeno que permita almacenar la electricidad generada. La disponibilidad de abundante energía renovable y de agua son imprescindibles para la producción de hidrógeno mediante electrólisis. Las centrales solar e hidráulica aportarán la energía “verde” y el agua a utilizar sería el que se turbine. “La zona es ideal para la instalación de una planta de hidrógeno porque tenemos las dos demandas más fuertes que un electrolizador necesita para su funcionamiento”, señalan los promotores del proyecto, convencidos de que hidrógeno renovable está llamado a ser un valioso vector energético.
Nuevo proyecto de central de hidrotornillo para el río Esva
Los proyectos de energías renovables se multiplican en Asturias. Un promotor privado está tramitando la construcción de una central de hidrotornillo en el río Esva a su paso por Brieves, en Valdés. El hidrotornillo –tecnología de producción hidroeléctrica conocida también como tornillo de Arquímides– se instalará en el azud conocido como “Banzao de Luisín” y tendrá una potencia instalada de 0,161 MW. El presupuesto de esta iniciativa es de 425.644 euros. Es el cuarto proyecto de hidrotornillo que se maneja en Asturias. EDP presentó los otros tres. Dos de esas centrales aprovecharán las aguas del río Nalón en los pequeños embalses de la central térmica de Soto de Ribera (en el concejo de Ribera de Arriba) y de El Furacón (entre Oviedo y Las Regueras), y la tercera central aprovechará las aguas del Narcea en el embalse de Pilotuerto (Tineo). La potencia eléctrica total instalada será de 3,5 MW,