Un premio en forma de cheque a cambio de jubilarse más tarde, es lo que propone el Gobierno en su reforma de las pensiones, un pago único de entre 4.700 y 12.000 euros por cada año que se retrase la jubilación. Una medida polémica, que el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá ya ha explicado a la comisión del Pacto de Toledo, pero que todavía está negociando con patronal y sindicatos. El objetivo es que la edad real de jubilación, los 64 años y medio, se acerque a la edad legal, que ahora está en los 66 años. Para eso, además de incentivos, la reforma también plantea endurecer las penalizaciones para los que se jubilen antes de tiempo. A quienes se castigaría sobre todo es a los tienen salarios más altos.

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha comparecido esta tarde en una comisión del Congreso de los Diputados para presentar el plan de reforma de las pensiones que ha trabajado durante meses su ministerio.

Escrivá renuncia a exigir a los pensionistas ajustes en la paga cuando el IPC baje

El Gobierno ha renunciado a introducir un factor de compensación en la revalorización de las pensiones, que hubiera moderado los incrementos futuros en el caso de que en los años precedentes hubiera habido algún ejercicio con el IPC negativoLa intención de esta fórmula, que se ha caído de las mesas de negociación, era compaginar el mantenimiento del poder adquisitivo de los pensionistas con la contención del gasto público. Este ha sido uno de los elementos pactados ayer entre el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social y los sindicatos, según han confirmado varias fuentes conocedoras de las conversaciones.

Las negociaciones en el seno del diálogo social para tratar de hallar un acuerdo para una nueva reforma de las pensiones avanzan y ayer el Ejecutivo realizó una renuncia para tratar de cultivar el máximo consenso. Los sindicatos se habían opuesto a cualquier revisión a la baja y recelan de parte de la reforma que les plantea el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luís Escrivá. “El Gobierno finalmente ha renunciado a ese planteamiento y no se produciría esa compensación en años sucesivos”, han afirmado desde CC OO. El acuerdo de ayer en las mesas de diálogo social es una de las muchas aristas que constituyen la nueva reforma y que todavía no está cerrada.