El teletrabajo ha llegado para quedarse. La pandemia obligó a las empresas a mandar a sus trabajadores a sus casas. También lo hizo con las administraciones públicas, que del día a la mañana vieron como sus oficinas, sus filas interminables y sus papeles desaparecían para hacerlo todo telemáticamente. Poco a poco se va viendo el final del coronavirus o por lo menos se está más cerca de ese fin. Por ello, ahora las empresas y administraciones públicas tienen que ver qué hacen con el teletrabajo, tan demandado anteriormente.

Según el IV Estudio sobre el estado de digitalización de las empresas y administraciones públicas españolas de Vodafone, todas las organizaciones proyectan una reducción en la incidencia del teletrabajo, que en el caso de las empresas, independientemente de su tamaño, les posicionaría en niveles ligeramente superiores a la situación anterior a la pandemia. Sin embargo, en el caso de las administraciones públicas el porcentaje de teletrabajo podría mantenerse en un 55%, previendo así un incremento notable respecto a la situación previa. 

“La administración pública se pone, de esta manera, al nivel de la empresa privada, cuando era algo impensable en época prepandémica”, explica Daniel Jiménez, director general de empresas de Vodafone. No obstante, matiza que tanto empresas (independientemente del tamaño) y administraciones públicas lo harán para potenciar el trabajo flexible y no de manera estable. 

Entre quienes creen en la consolidación de esta práctica de trabajo en sus organizaciones, una amplia mayoría comparte la opinión de que se materializará en un teletrabajo desde el domicilio y que se realizará durante algunos días de la semana. “Es decir potenciarán que los empleados elijan unos días para teletrabajar o que tengan esa posibilidad de hacerlo”, apunta Jiménez durante la presentación del estudio.

Si se desgrana por tamaño de la empresa lo que hacían antes del coronavirus respecto al teletrabajo, se evidencia que tanto las administraciones públicas como las microempresas son las organizaciones que menos apostaban por él. En el primer caso, estaba instaurado en el 18%, pero se llegó al 91% en la pandemia. Por lo que respecta a las microempresas, antes solo se veía en un 14% llegando al 30% durante el confinamiento y solo se mantendrá un 18% del teletrabajo.

La mayoría de las empresas se autopercibe “preparada” cuando han tenido que afrontar el teletrabajo durante la pandemia. En este contexto, es el segmento de las grandes empresas y las pymes donde esta percepción recoge sus mayores porcentajes (87% y 84% respectivamente). Mientras que las Administraciones Públicas creen que han estado menos preparadas para hacer frente a esta práctica laboral. 

El efecto del covid

Todas las empresas y administraciones públicas han visto reducir su actividad durante la pandemia, aunque han sido estas últimas las que en menor porcentaje han reducido, solo un 27%, frente al 53% de las microempresas y pymes españolas. Esta situación ha hecho que la importancia de las nuevas tecnologías y de la digitalización esté más presente que nunca. Las administraciones públicas son las más convencidas de la importancia de las mismas y consideran estas como muy importantes o bastante importante en el 84% de los casos.

Sin embargo, la digitalización no aparece como una de las mayores preocupaciones de las empresas, aunque se incrementa conforme la empresa es más grande. Las administraciones públicas son las que mayor preocupación muestran con una nota de 7,8 sobre 10. Y es que la crisis del covid se ha ganado el primer puesto en la lista de preocupaciones de empresas y administraciones.

Inversión en digitalización

La crisis económica ocasionada por el covid ha provocado una contención del gasto y de las inversiones, lo que ha tenido su reflejo en los ratios de empresas que han realizado inversión en digitalización en los últimos años, nivel que retrocede truncando así la creciente tendencia de anteriores estudios. En el caso de los autónomos y pequeñas empresas la inversión ha decrecido en 7 puntos hasta llegar al 61% de empresas que afirman haber invertido en digitalización en los últimos dos años; en pymes y administraciones públicas se mantienen los valores de 2019 con 82% y 88% respectivamente y solo en el caso de las grandes empresas la inversión crece hasta el 95%.

Respecto a la presencia de planes de digitalización, aumenta ligeramente en todas las empresas, en mayor medida en las grandes organizaciones, aunque el porcentaje que asigna una partida específica para el desarrollo de este plan se estabiliza y se mantiene en un 47% en las pequeñas empresas, un 49% en las pymes, un 60% en las grandes empresas y un 57% en el caso de las administraciones públicas que afirman tener asignado un presupuesto para desarrollar su plan.