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El gran parque eólico de Tineo abastecerá de energía verde a la planta de hidrógeno de Gijón

Naturgy vincula el proyecto de los mayores molinos de Asturias con el plan que comparte con Enagás para generar combustible renovable en el puerto de El Musel

José Rodríguez y Pepe Pérez, con la sierra de Tineo donde se instalarán las torres eólicas al fondo Miki López

La energía que generará el gran parque eólico que promueve Naturgy en Tineo se destinará a la producción de hidrógeno verde en la planta de electrólisis que la compañía eléctrica proyecta, junto con Enagás, en el puerto de El Musel de Gijón. El desarrollo de esa planta de combustible renovable está pendiente de la obtención de fondos europeos y, si no sale adelante, el parque de Tineo verterá la energía verde a la red eléctrica como el resto de parques de la región.

Naturgy pretende compensar el cierre de la central térmica de carbón de Narcea, en Tineo, con la construcción en ese concejo del mayor parque eólico de Asturias. Como adelantó este diario, el parque constará de 15 torres eólicas de 200 metros de altura cada una con una potencia en cada aerogenerador de seis megavatios (MW), el máximo disponible en estos momentos en el mercado para parques terrestres. Los gigantescos molinos, con una potencia total de 90 MW, se instalarán en la sierra de Ablaniego, cerca del límite con el concejo de Allande, y estarán conectados con la subestación de la central térmica de Soto de la Barca mediante un tendido eléctrico de 18 kilómetros de longitud.

El parque eólico Escudero en Tineo

Promotor: Naturgy

Situación: Sierra de Ablaniego (Tineo)

Número de aerogeneradores: 15

Navelgas

Parlero

Altura torres: 200 metros

Potencia instalada: 90 MW

Parque eólico

Longitud línea eléctrica de conexión: 18 km

Luciernas

ES-15

Parque

eólico

ES-13

ES-14

ES-06

Bárcena

ES-12

ES-07

ES-11

ES-08

ES-04

Hervederas

ES-10

ES-09

La Rebollada

Campiello

Tineo

ES-05

Samblismo

ES-02

ES-03

ES-01

Máñores

El Peligro

Relamiego

Conexión con

Soto de la Barca

Soto de

la Barca

Pola de Allande

El parque eólico Escudero en Tineo

Promotor: Naturgy

Situación: Sierra de Ablaniego (Tineo)

Número de aerogeneradores: 15

Altura torres: 200 metros

Potencia instalada: 90 MW

Longitud línea eléctrica de conexión: 18 km

Parque

eólico

Navelgas

Parlero

Parque eólico

Luciernas

ES-15

ES-13

ES-06

Bárcena

ES-14

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Hervederas

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La Rebollada

Tineo

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Máñores

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El Peligro

ES-03

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Samblismo

Relamiego

Soto de

la Barca

Conexión con

Soto de la Barca

Pola de Allande

El parque eólico Escudero en Tineo

Promotor: Naturgy

Situación: Sierra de Ablaniego (Tineo)

Número de aerogeneradores: 15

Navelgas

Parlero

Altura torres: 200 metros

Potencia instalada: 90 MW

Parque eólico

Longitud línea eléctrica de conexión: 18 km

Luciernas

ES-15

Parque

eólico

ES-13

ES-14

ES-06

Bárcena

ES-12

ES-07

ES-11

ES-08

ES-04

Hervederas

ES-10

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La Rebollada

Campiello

Tineo

ES-05

Samblismo

ES-02

ES-03

ES-01

Máñores

El Peligro

Relamiego

Conexión con

Soto de la Barca

Soto de

la Barca

Pola de Allande

Fuentes de Naturgy apuntaron que el proyecto del parque eólico de Tineo está vinculado al plan que la compañía comparte con Enagás para producir hidrógeno verde en una planta de electrólisis en el puerto de El Musel a partir de 350 MW de energía eólica. Un total de 90 MW corresponderán al parque eólico terrestre de Tineo y el resto de potencia se instalará en parques marinos flotantes. Se ubicarán sobre 24 plataformas frente a la costa asturiana. El desarrollo de este proyecto para el suministro de hidrógeno verde a la industria asturiana está condicionado a la obtención de fondos europeos. No obstante, fuentes de Naturgy precisaron que, aunque el parque eólico de Tineo está vinculado a ese plan, su desarrollo particular no se vería limitado por la obtención o no de fondos europeos como el resto de piezas. Por ese motivo, su tramitación ya se ha puesto en marcha ante el Ministerio para la Transición Ecológica, que es la administración competente al tratarse de una instalación de generación eléctrica de más de 50 MW. Si la potencia hubiera sido inferior, sería la consejería de Industria del Principado la encargada.

Los tinetenses no notan el viento a favor

Los vecinos del concejo reclaman más proyectos turísticos para revitalizar la economía local y miran con recelo a los enormes aerogeneradores

José Luis SALINAS

Los vecinos de la aldea tinetense de Santiago Cerredo tienen unas vistas privilegiadas del pico Mulleiroso, que desde hace unos días ha ganado algo de altura. No por ninguna razón geográfica, ni sísmica. La explicación es más sencilla. En esta cima de la sierra de Ablaniego se ha instalado un primer medidor para comprobar cómo sopla el viento por aquella cota, a 1.254 metros de altitud. Es la primera señal visible del que será el mayor parque eólico de Asturias, que tendrá 15 molinos de 200 metros de altura. Pasado el mediodía, en esta parroquia tinetense mucho viento no sopla. Más bien nada. 

–¿Y aquí suele hacer viento?

–Aquí, terrible. Cuando sopla es tremendo.

Pepe Pérez señala la zona en la que se instalarán los molinos.

El que responde es Pepe Pérez, uno de los 17 vecinos de Santiago Cerredo, una localidad que ha vivido siempre de la ganadería. Hoy en día también. “Aquí el viento viene del sur y cuando sopla, te mueve entero. Así que imagínate allí arriba”, apunta José Rodríguez, otro de los vecinos. Lo afirma señalando hacia la ladera que dentro de un tiempo estará coronada de inmensos molinos de viento. La discusión sobre por dónde entra el viento en este valle que llegaron a ocupar los romanos en busca de yacimientos de oro –las marcas que dejaron aún son visibles en una de las laderas, pese al paso del tiempo– se prolonga. Aunque queda bastante claro que allá arriba, en Mulleiroso, –lugar de difícil acceso, pese a que por la sierra comienzan a aparecer algunas pistas forestales repletas de curvas– sopla con ganas. “Allí cuando hace mucho viento te lleva”, asegura Rodríguez. 

Lo que no tienen tan claro los vecinos de Santiago Cerredo es si este enorme despliegue de molinos de viento va a ser beneficioso para la zona. “Si quieren llenar esto de molinos, no hay protección del paisaje posible y así no se puede atraer turismo”, argumenta Pepe Pérez. Complicada dicotomía. O energías renovables o turismo. “Yo, querer, lo querría más sin molinos”, agrega Rodríguez. La conversación tiene lugar justo al lado del cementerio de esta localidad, paradójicamente el mejor lugar del pueblo para contemplar la sierra que pronto habitarán esos gigantes con aspas. 

Un monigote frente a la térmica.

Vacas y anemómetros

En el pueblo, la ganadería sigue con vida. Diego Fernández es de los más jóvenes de la localidad a sus 36 años y pasa las primeras horas de la tarde alimentando a las vacas. Tiene 330. Señala hacia el lado contrario del pico Mulleiroso y asegura que en esa ladera una compañía eléctrica puso también otro medidor del viento, un anemómetro. Fue hace unos años. Pero parece ser que aquello no fructificó. “Desde aquí solo se ven las luces de algún molino por las noches allí a lo lejos”. Ahora Fernández apunta hacia el norte, hacia Tineo. 

Naturgy plantea este gran proyecto como una ayuda para compensar el cierre de la térmica de carbón de Soto de la Barca, también en Tineo, pero a más de 30 kilómetros de carretera de Santiago Cerredo y a unos cuantos más de Mulleiroso. La térmica parecía ayer el escenario ideal para desarrollar el argumento de cualquier novela ucrónica de Philip K. Dick. Una especie de espantapájaros vestido con el mono de obrero colgado en un poste de la luz mira frente a frente a la térmica, ahora sin actividad. Y eso que estos días, por la carretera que pasa por delante de esta central hay más tráfico del habitual debido al argayo que ha complicado las comunicaciones entre los concejos de Tineo y Salas.

Por la izquierda, Marta Garrido, José Manuel Menéndez, “Peralín”, Javier Escaladas y Manuel Ángel Menéndez, en Soto de la Barca. | Miki López

Paradójicamente, pese a la quietud en las antiguas casas de los obreros y los jefes de la antigua central térmica alimentada por el carbón –ahora comidas por la maleza– el parking del bar La Casera –también a los pies de esta instalación– está lleno a reventar. “Tiene truco”, señala Miguel Ángel Méndez, dueño del establecimiento. “Son trabajadores de la mina (la que tiene Orovalle en el vecino concejo de Belmonte) que se juntan aquí y suben todos juntos en un solo coche”, aclara. El hostelero asegura que la zona está deseando volver a ganar vida y apuesta por potenciar los proyectos ligados al turismo, haciendo navegable el río Narcea, por ejemplo. De los grandes molinos de viento no ha oído hablar, solo asegura que el cierre de la térmica ha traído más desempleo. “Aquí en el bar llegamos a ser ocho empleados, ahora somos tres”, asegura.  

En una de las mesas tres parroquianos de los habituales apuran sus bebidas. Uno de ellos, José Manuel Menéndez, más conocido como “Peralín”, trabajó durante toda su vida en la térmica, trayendo carbón en un gran camión. “Lo de los molinos eólicos ni me va ni me viene, lo único porque pueda haber algo más de trabajo por la zona, porque la luz tampoco nos la van a bajar”, apunta socarrón. A lo que Marta Garrido, ganadera de la zona, añade: “cuando había gente en la térmica todos íbamos bien, los del ganado (tiene 70 vacas) también. Ahora estamos todos igual de mal”. 

Un cartel contra el cierre de la térmica en Soto de la Barca. | Miki López

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