Ence, con factoría en Navia, prevé volver este año a beneficios por la recuperación económica y sobre todo por el alza del precio internacional de la celulosa. El valor de esta materia en el mercado se había derrumbado ya en 2019, lo que supuso que la empresa redujese entonces su beneficio el 93%, pero el desplome en 2020 fue aún más acusado y Ence culminó el pasado ejercicio con unas pérdidas de 26 millones.

En el último trimestre se ha producido lo que Ence denominó ayer “un claro cambio de tendencia en los precios de la celulosa”, que remontaron el 38% desde enero, muy apoyados por el aumento de la demanda internacional y en particular de China. Con los precios del primer trimestre, la compañía prevé volver a la rentabilidad este año, pero augura que la cotización de la celulosa aún podrá experimentar “previsibles” subidas adicionales en los próximos meses en Europa.

Gracias a esta nueva tendencia del mercado, la empresa redujo sus pérdidas el 18,4% en el primer trimestre. Su resultado negativo se redujo a 9,6 millones frente a los 11,8 millones que perdió en el mismo periodo de 2020. En el caso del resultado operativo (“ebitda”) del negocio de celulosa (al que están adscritas las factorías de Navia y Pontevedra) se produjo una mejora del 51% interanual entre enero y marzo, hasta alcanzar los 8 millones positivos.

La mejora de los resultados trimestrales fue posible pese a que la compañía incurrió en menores volúmenes de producción (-10%) y mayores costes (+2%) en su negocio para la industria papelera por las paradas técnicas anuales de la dos plantas, que este año se hicieron en el primer trimestre en vez de en el tercero, como es habitual. Esto se compensó por el efecto favorable de las coberturas de riesgo cambiaron para aliviar la depreciación del dólar.

La mejora de los precios y de los resultados del grupo, junto con el saneamiento financiero realizado meses atrás con la venta de una planta energética y de una participación minoritaria en su filial de energías renovables facilitarán que la compañía relance su plan inversor en Navia, para cuya fábrica existe un proyecto de ampliación de capacidad y diversificación hacia elaboraciones con mayor valor añadido por un importe de 495 millones. Esta aplicación de recursos (que supondrá la incorporación en Navia de una tercera instalación energética, en este caso de cogeneración, asociada al proceso fabril) está pendiente a su vez de acceder a los fondos europeos pos por la pandemia.

En el caso del negocio de energías renovables, el resultado operativo comparable, tras la venta de la planta termosolar de Puertollano, mejoró el 13% en el primer trimestre, hasta los 9 millones, por el incremento del 29% en el volumen de generación de energía renovable y la mejora del precio regulado de venta, dijo la empresa, aunque el “ebitda” de esta área de actividad se redujo el 25% por la desvinculación de la planta enajenada.

Ence tiene en cartera proyectos energéticos por 505 megavatios cuya ejecución progresiva a partir de 2022 permitirá multiplicar por casi tres veces su capacidad actual.