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El PP plantea que las rentas bajas afectadas por un ERTE no paguen el IRPF en Asturias

Mallada asegura que los “trabajadores asturianos salen doblemente perjudicados, como se está viendo en esta campaña del impuesto”

Teresa Mallada

El PP asturiano plantea que las rentas bajas, de menos de 22.000 euros, que han sufrido un ERTE no tengan que pagar el IRPF de 2021. Los populares han registrado una iniciativa en la Junta General del Principado en la que instan al Gobierno de Adrián Barbón a que pida esa exención ante el Ejecutivo central de Pedro Sánchez, y también le plantea que no se castigue con un tramo autonómico más alto a las rentas por encima de los 22.000 euros. La presidenta del PP regional, Teresa Mallada, justificó la presentación de esta proposición no de ley (PNL) ahora que ya está en marcha la campaña del IRPF de 2020 “y se empieza a ver el coste que supone para las rentas de 14.000 euros, que no tenían que hacer declaración y ahora se ven obligadas por haber tenido dos pagadores en el ERTE”. LA NUEVA ESPAÑA ya advirtió en mayo del año pasado el castigo que iba a entrañar la declaración de la renta para los miles de asturianos que estuvieron en ERTE como consecuencia de la pandemia, que se iban a ver obligados a su presentación cuando antes no lo estaban por tener ingresos bajos, por debajo de los 22.000 euros.

Mallada denunció que la actual campaña de la renta, la correspondiente al ejercicio de 2020, “ha puesto de relieve una situación especial en Asturias, donde están doblemente penalizados los miles de asturianos que han sufrido o sufrirán ERTE por la pandemia”, más de 60.000, según las estimaciones oficiales. “Asturias está entre las tres comunidades autónomas con mayor carga fiscal para los trabajadores en ERTE y no lo decimos solo nosotros, que ya habíamos advertido de esa situación el año pasado, sino que lo refleja un informe publicado por el Registro de Asesores Fiscales”, recalcó la presidenta regional del partido. Este estudio destaca que los trabajadores que estuvieron en un ERTE el año pasado, cuando se disparó su número por la pandemia, cuyos ingresos brutos del trabajo se situaron entre los 14.000 y los 18.000 euros tendrán una tributación final mayor que la que les hubiera correspondido si solo hubieran tenido un pagador, por encima de los 200 euros, según publicó LA NUEVA ESPAÑA el 16 de abril. El portavoz adjunto del PP, Pablo González, explicó por qué salen también perjudicadas las rentas de más de 22.000 euros: “El tramo autonómico que aplica el Principado es superior al del Estado y también al de otras comunidades autónomas, alguna gobernada por el PP, como Madrid pero otras no, como La Rioja o Canarias”, dijo González.

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