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El respaldo de la SEPI permitirá a Duro volver a optar a grandes contratos internacionales

La ayuda del organismo público y el acuerdo con la banca serán claves para que la ingeniería asturiana compita en los mercados exteriores

La sede de Duro Felguera en el Parque Tecnológico de Gijón.

Duro Felguera recibirá de forma inmediata 20 millones de euros para poder darle impulso a su plan de viabilidad y, de esta forma, garantizar la supervivencia de la centenaria ingeniería asturiana. En la hoja de ruta de la compañía para levantar el vuelo figura ahora alcanzar una cifra de negocio en 2025 de 623 millones y un Ebitda (ganancias más amortizaciones) de 48 millones. Unas cantidades suficientes para abandonar la crisis en la que la compañía lleva años sumergida. Los avales y el acuerdo de la banca serán claves también para que la compañía pueda volver a optar a conseguir grandes contratos en los mercados internacionales, una puerta que tenía cerrada desde 2016, debido al recelo de las entidades financieras a la supervivencia de la compañía. Aunque, todavía queda otro paso esencial por dar, el de buscar un nuevo socio industrial que de una mayor estabilidad y carga de trabajo a los talleres de la ingeniería.

Este plan de viabilidad que ahora la empresa tendrá que impulsar fue elaborado, presentado ante la Junta General de Accionistas de la empresa, y al mercado por el equipo del ya exconsejero delegado de la firma, José María Orihuela, al que ahora sustituirá Jaime Argüelles, antiguo directivo de Ence. No obstante, Orihuela que tomó las riendas de la compañía en uno de los momentos más complicados de la ingeniería, al borde de la quiebra, ha logrado evitar el naufragio. El empresario, de hecho, continuará vinculado a la centenaria compañía regional. Seguirá sentándose en la mesa del consejo de administración como consejero externo.

En la hoja de ruta de Duro figura que, en 2023, después de haber alcanzado unos niveles de contratación razonables y una estabilidad financiera, realizar una ampliación de capital que permita la entrada de nuevos inversores privados, por un importe estimado de 60 millones para pagar el préstamo participativo que le tiene que entregar ahora la SEPI. De esta forma, la aportación que ahora va a realizar este organismo público acabaría diluyéndose en el capital. De forma inmediata, la mano amiga de la SEPI permitirá a Duro la refinanciación de la sociedad y el otorgamiento de una línea de avales por 80 millones (más el compromiso de negociar otros 20 millones como línea temporal) para que Duro, que ha carecido de este tipo de garantías desde 2016, pueda reanudar la contratación de proyectos.

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