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La FADE alerta de que el plan energético del Principado “no garantiza el suministro”

El Gobierno regional asegura que los 6.300 empleos que generará la transición “serán de calidad” l CC OO y UGT llaman a salvar la industria

Central de Narcea, en Tineo

La Federación Asturiana de Empresarios (FADE) alertó ayer de que plan estratégico que maneja el Principado para abordar la transición energética –y en que se apuesta sobre todo por un despliegue de la eólica para sustituir al carbónno garantiza el suministro de electricidad a una región con fuerte consumo industrial.

Belarmino Feito, presidente de FADE, señaló que las estimaciones están basadas en el desarrollo industrial a “largo plazo” y apuntó que con el mix energético que propone el borrador del plan “no hay garantía de suministro y tampoco de precios competitivos de la energía”. El líder de la patronal resaltó que “la clave del éxito para que ese proceso de transición sea justo y no dejemos nadie atrás estriba en el corto plazo” y calificó de esencial buscar alternativas a las térmicas y una solución a los precios de la luz.

El secretario general de CC OO en Asturias, José Manuel Zapico, criticó la “precipitación del proceso de descarbonización” y agregó que el borrador elaborado por el Ejecutivo regional “es un punto de partida, pero hay que insistir para salvar a la industria, el Gobierno central y las empresas eléctricas tienen que cumplir con sus compromisos, de lo contrario el sector sufrirá una debacle y no habrá transición que lo remedie”. En un tono similar, el líder de UGT en Asturias, Javier Fernández Lanero, aseguró que “ojalá se creen 6.300 empleos como se apunta, aunque yo optaría por la prudencia, no vaya a ser que luego no se cumplan las expectativas porque la sociedad asturiana no está para más decepciones”. Y agregó: “Todos sabemos que Asturias tiene problemas estructurales que no solo se van a arreglar con fondos europeos y apostando por las renovables. Se necesitan reformas de calado”.

El borrador del plan apunta que para 2030 se prevé que la descarbonización haya generado dos tipos de empleos directos. Por un lado, aquellos ligados con la construcción y el montaje de las nuevas instalaciones productivas y de suministro previstas como consecuencia de la renovación del sector energético (instalación de nuevos puntos de recarga para el coche eléctrico, obras de rehabilitación energética y la construcción de nuevas instalaciones industriales) y por otro lado los ligados a la operación y el mantenimiento de estas nuevas instalaciones que, agrega el texto, “va a crear nuevos puestos de trabajo de calidad y más permanente en el tiempo”. IU mostró ayer sus dudas por la calidad del empleo que puede generar lo que ha bautizado como la “burbuja eólica”.

“El empleo que se genere durante el proceso de la transición justa será suficiente en cantidad y calidad, y permitirá compensar la pérdida laboral en sectores que no tienen futuro en este proceso de transformación digital y ecológica”, aseguró el consejero de Industria, Enrique Fernández, que salió en defensa del borrador de la estrategia para la transición energética regional, en la que se recoge que la apuesta por las renovables (especialmente por la eólica) ayudará a crear en la región 6.300 empleos durante esta década. “Este PSOE siempre aboga por defender al trabajador y que los empleos sean de calidad. Eso será parte de nuestro cometido político”, señaló Fernández.

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