La gran industria, con fuerte peso en Asturias, calcula que el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE) que pretende aprobar Teresa Ribera supondrá un coste energético adicional acumulado para el sector de 2.650 millones.

En un manifiesto, la Alianza por la Competitividad de la Industria Española –constituida por asociaciones empresariales de siderurgia (Unesid), papel (Aspapel), química (Feique), alimentación y bebidas (Fiab), cemento (Oficemen), automóvil (Anfac) y productos petrolíferos (AOP)– advirtió de que los sobrecostes del llamado fondo “verde”, con el que se pretende trasladar el coste de las primas a las renovables del recibo de la luz a todas las energéticas, “pone en riesgo la competitividad de la actividad industrial española”. La asociación estima que la creación del fondo, que se encuentra a la espera de dictamen por el Consejo de Estado, puede “agravar la situación de la industria española y poner en riesgo su futuro” tras perder desde la crisis económica de 2008 casi un 30% del tejido productivo y un 20% del empleo.

En el caso de ponerse en marcha, el coste acumulado por la creación del FNSSE para la industria entre 2021 y 2025 ascendería a 2.650 millones de euros, “sin tener en cuenta el eventual régimen de compensaciones”. El impacto sería asumido sobre todo por las industrias consumidoras de gas y los consumidores industriales medios e intensivos de electricidad, al eliminarse las metodologías de niveles de tensión. Como solución, la gran industria pide que los costes de las renovables sean trasladados progresivamente a los Presupuestos Generales. La Alianza alerta de que el sector industrial “ya se enfrenta actualmente a un extraordinario incremento de los costes del gas y la electricidad en el país”, por lo que este aumento adicional “dificultaría gravemente la recuperación”.