Hunosa iniciará en el pozo Barredo, en Mieres, su proyecto para producir hidrógeno utilizando agua de mina y energías renovables, según avanzó ayer el presidente de Hunosa, Gregorio Rabanal, durante la jornada “Avances y desafíos en la implementación de las tecnologías del hidrógeno”, organizada en El Musel por la Cámara de Comercio de Gijón.
Hunosa prepara desde hace dos años un proyecto para llegar a disponer de electrolizadores de 45 megavatios para producir hidrógeno renovable usando agua de sus pozos cerrados, en consorcio con la ingeniería asturiana Duro Felguera, con Alsa como consumidor de este gas en sus autocares y con Nortegas, en cuya red se inyectaría el hidrógeno sobrante. La primera fase será la del pozo Barredo, para instalar 5 megavatios de producción de hidrógeno y donde además se aprovechará el calor generado para reforzar la red de geotermia que tiene Hunosa en ese pozo. “Ese es el proyecto que va por delante en este consorcio, pero vienen otros por detrás”, hasta completar una inversión total de unos 40 millones de euros, dijo Rabanal.
El presidente de Hunosa aludió también a un segundo consorcio para producir hidrógeno junto con Rioglass y su principal accionista, Atlántica. Es un proyecto de producción con una potencia de 25 megavatios, con una primera fase de 4 megavatios asociados a la generación con energía solar fotovoltaica. “Hay un dicho que dice cambiar o morir y como no nos queremos morir, tenemos que cambiar”, señaló el presidente de Hunosa respecto a la estrategia de cambio para la compañía apostando por las renovables.
Rabanal participó en un coloquio junto al director general de Idesa, Julio Martín Ramos y al director de zona Cornisa de Alsa, Javier Martínez Prieto, en la que los tres coincidieron en destacar que será clave para el desarrollo de la tecnología del hidrógeno el apoyo de las administraciones.
Idesa, especializada en equipos de presión, está participando en el principal proyecto de hidrógeno verde de España de la mano de Iberdrola. Julio Martín Ramos apuntó ayer que “consumidores de hidrógeno ya existen, lo que hay que hacer es que sea atractivo, que se pasen al hidrógeno verde”, algo que depende del precio, que bajará, en su opinión, cuando madure la tecnología, como ya ocurrió con la energía eólica y la fotovoltaica.
Por su parte, Javier Martín Prieto, señaló que Alsa cuenta con un autobús urbano en Oviedo impulsado por hidrógeno. En el ámbito del transporte urbano la tecnología “está más madura”, pero en su opinión el hidrógeno tendrá también porvenir “en una segunda fase” en el transporte regional interurbano.
Martín Prieto animó a producir hidrógeno. “Nosotros desarrollamos una actividad que no puede deslocalizarse. Desde el punto de vista de incertidumbre que puede tener alguien que apueste por la generación de hidrógeno, nosotros somos un cliente ideal, porque le ofrecemos un suelo desde el que ya sólo puede crecer”, apuntó.
