El Gobierno asturiano, la patronal FADE, el sindicato UGT y la Universidad de Oviedo respaldaron ayer el último borrador del plan “Estrategia Industrial de Asturias 2030”, que pretende servir de guía para la canalización de esfuerzos y recursos públicos y privados que permitan potenciar el sector secundario de la comunidad, sometido –entre otros desafíos– al reto de la transición energética y digital. El documento, de 68 páginas, saldrá esta semana a información pública durante un mes y pasado mañana será expuesto por el consejero de Industria en el parlamento asturiano.
El documento, que es un texto de partida genérico que debe desarrollarse desde ahora con medidas específicas para cada subsector, incluye diez acciones, entre ellas la agilización y simplificación administrativa, el fortalecimiento del ecosistema científico, tecnológico e innovador, la potenciación de las herramientas de promoción en el exterior, la optimización en la captación y gestión de recursos económicos europeos y el desarrollo del área metropolitana central.
CC OO se desvinculó ayer del consenso: dijo que “el Gobierno regional se esconde detrás de alianzas, foros y manifiestos”, “no se ha hecho oír ante el Gobierno central” y que “el documento no recoge acciones ni previsiones presupuestarias ni cronograma ante la emergencia industrial que vive Asturias”.
FADE dijo que es “un buen punto de partida” y “un documento válido” aunque le hubiese gustado mayor celeridad, “una mayor concreción de medidas” y de “prioridades”, estableciendo “qué tipo de industrias se pretende potenciar” y objetivos “más precisos”, así como más información cuantitativa y más referencias a la problemática de la industria electrointensiva.
UGT también lo calificó de “documento de partida”, que ahora debe desarrollarse con “medidas concretas”, y susceptible de nuevas aportaciones y adaptaciones en los próximos años a través de la comisión de seguimiento creada en el marco del Foro por la Industria. Entre sus contenidos, UGT destacó la propuesta de las nuevas leyes de Industria Regional y de Proyectos Estratégicos para simplificar y agilizar los procedimientos administrativos, la mejora de la conectividad física y digital, así como de la eficiencia energética, definición de nuevos perfiles profesionales y propiciar la oferta formativa para ello. “Donde más flojea es en recabar el apoyo del Gobierno central para la transición energética, que es por lo que los sindicatos nos estamos movilizando”, dijo UGT.
Enrique Fernández, consejero de Industria, señaló también que “es un punto de partida que posteriormente adaptaremos a las necesidades de cada subsector industrial como, por ejemplo, las electrointesivas, la actividad química y la agroalimentaria”.
Producción. En abril, la actividad industrial rebotó en España el 50% sobre el mismo mes de 2020, en el que hubo cierre de industrias no esenciales durante dos semanas. Es el mayor repunte de la historia del índice IPI. En Asturias (cuya gran industria se salvó entonces de la parada) la actividad repuntó más que en España (creció el 60,6%)y protagonizó la cuarta mayor subida tras Navarra, Galicia y País Vasco. Desde enero, la producción crece en Asturias el 11,2% frente al 10,3% de España.