La “desproporcionada subida” de los costes energéticos tendrá una especial repercusión en los autónomos con actividades económicas en las que se utilizan equipos de refrigeración para la conservación de productos perecederos o bebidas, según destacó ayer la organización de autónomos UPTA, que calcula que la factura de la luz se incrementará de media para esos trabajadores por cuenta propia un 25% con respecto al pasado año.
UPTA destaca que la electricidad ya representa el 20% de los gastos de los autónomos y que la subida del precio de la luz fruto del encarecimiento de la energía en el mercado mayorista y de la nueva factura supondrá que, de media, paguen 55 euros más este mes con respecto a hace un año.
“El cambio de sistema afectará a los gastos de autónomos que evidentemente no pueden adaptar su actividad a los usos horarios más económicos. Está claro que no era el momento. Un 25% más en plena pandemia, no ayuda”, apuntaron desde UPTA Asturias.
El presidente de esta organización de autónomos, Eduardo Abad, afirmó ayer que “sólo existe una alternativa y se llama autoabastecimiento energético, sin duda es la medida que se debe poner en marcha de forma urgente desde el Gobierno central y las comunidades autónomas. Además, no solo supondría un ahorro económico, también fomentaría la competitividad de las pequeñas actividades económicas”.
La industria química
La Federación Empresarial de la Industria Química (Feique), sector con fuerte peso en Asturias, también está muy preocupada por el precio de la electricidad, al considerarlo como uno de los factores que mayor impacto tiene sobre la competitividad. La industria química identifica tres problemas: el mercado mayorista (que se ha disparado), los costes regulados (con diferenciales negativos con respecto a los países competidores europeos) y los mecanismos de compensación (que el caso del fondo de sostenibilidad anunciado por la ministra Teresa Ribera está sin concretar. “La suma de todos ellos genera un precio final de la electricidad que supone un lastre competitivo difícilmente soportable para toda la industria básica y estratégica española”, señaló Carles Navarro, presidente de Feique.