El 43,7% de las pymes utilizaron los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) para encajar el impacto de la crisis del coronavirus. Lo apunta un estudio elaborado por la Cámara de Comercio de España y el Consejo General de Economistas a partir de una encuesta a 960 pymes, de las que el 2,2% son asturianas.
La crisis del coronavirus provocó una caída de ingresos en el 52,6% de las empresas encuestadas y las más perjudicadas fueron las microempresas. La reducción promedio de las ventas fue del 12,8%. Además, el 25,2% de las pymes redujeron su empleo.
De cara al segundo semestre de este año, el 37,5% prevén aumentar sus ventas, el 47,5% mantenerlas y el 15% reducirlas. “El 2021 no será el año de la recuperación absoluta, será una especie de convalecencia. La recuperación será en 2022 y entraremos en 2023 con los mismos niveles del PIB que antes de la pandemia”, auguró José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España, que destacó que la recuperación depende en buena medida de la vuelta del turismo extranjero.
