Duro Felguera no espera, “en principio, un impacto material para su patrimonio” tras comunicarle la compañía rumana de mayoría pública Romgaz la “firme terminación” del contrato de construcción del ciclo combinado de 430 megavatios que la compañía asturiana estaba construyendo desde 2016 en Iernut (Rumanía) en alianza con la empresa local Romelectro y que les fue adjudicada inicialmente por 245 millones, luego ampliados. Así lo explicó ayer Duro al órgano regulador de la Bolsa, pese a lo cual las acciones de la ingeniería cayeron el 3,28%. Medios conocedores señalaron que Duro tiene provisionado el riesgo asumido.
Duro (que participaba en el proyecto con el 70% de la alianza) y su socio (30%) habían ejecutado el 94% del proyecto. En la parte que dependía de la empresa asturiana la obra está avanzada al 98%. El 2 de abril, el cliente comunicó la rescisión del contrato y la ejecución de retenciones pendientes de cobro por Duro y su socio por importe de 24,8 millones alegando incumplimiento del plazo de ejecución del contrato. Cuatro días después, Duro interpuso una demanda contra la terminación del contrato y medidas cautelares contra la ejecución de las garantías. Desde entonces han estado negociando pero no fue posible el acuerdo, por lo que, salvo nueva recomposición, las partes seguirán adelante con sus respectivas acciones.
Fuentes conocedoras informaron que Duro estaba dispuesto a asumir la parte de su socio, que pasa por dificultades, pero reclamaba compensaciones por sobrecostes sobrevenidos a causa de cambios legislativos del Gobierno rumano. Duro reiteró ayer su “total disposición y flexibilidad para alcanzar un acuerdo que permita la finalización de las obras”.
