La plantilla de ArcelorMittal en Asturias está llamada a secundar una huelga –de cuatro horas al día– después de que ayer fracasaran las negociaciones entre los sindicatos y la dirección de la multinacional para buscar una salida al conflicto por la prejubilación del personal nacido en los años 1960 y 1961. Es decir, para aquellos que vayan cumpliendo los 61 años. La compañía no quiere aplicar el conocido como contrato relevo, tal y como le permite la legislación, y que supone jubilar anticipadamente a este personal a cambio de incorporar a jóvenes a la plantilla.

La multinacional alega que el proceso de descarbonización que va a tener que emprender supondrá una reorganización laboral en sus talleres que, estima, puede estar lista para septiembre. De momento, aduce que es demasiado pronto porque ni siquiera ha tomado una decisión sobre cuáles serán los trabajos que va a realizar para recortar las emisiones de dióxido de carbono (CO2).

Los sindicatos rechazaron ayer de forma tajante la última propuesta lanzada por la compañía para desatascar el conflicto. La oferta consistía en aplicar el expediente temporal de regulación de empleo (ERTE) al personal que fuera cumpliendo los 61 años. La medida no convenció a los sindicatos por una razón principal: el ERTE que la multinacional tiene en marcha en la región caduca el 31 de diciembre y sería necesario abrir una nueva negociación para poder alargarlo más allá de esa fecha. Las centrales no están muy por la labor. Por eso, los sindicatos han decidido continuar con la huelga, aunque la compañía les había pedido retrasarla unos días para disponer de más tiempo para idear una nueva alternativa. Eso no será posible. Los paros arrancarán el lunes.

No obstante, sí que habrá una nueva oportunidad para intentar alcanzar un acuerdo. Los sindicatos y la dirección de la multinacional volverán a reunirse mañana, domingo, en la sede del Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos (Sasec). Aunque las centrales desconfiaban de que las aguas se calmen, porque, señalaron, los ánimos están muy crispados. El portavoz de UGT, José Manuel García, resaltó que los planteamientos realizados por la compañía no son aceptables y abogó por usar la herramienta de los contratos relevo tal y como, señaló, viene recogida en el convenio colectivo. José Manuel Castro, de CC OO, señaló que “la empresa se equivoca al mezclar este conflicto con el de la descarbonización, este es un ajuste exprés”.

Por su parte, la CSI aseguró que “el contrato relevo garantiza una salida justa a quienes llevan años en la empresa y una mejora en la situación de los eventuales, nada que ver con un ERTE mediante el cual pones tu ‘paro’ a disposición de la empresa y no garantiza el futuro del empleo”.