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Un algoritmo asturiano para jugar en Bolsa

Un grupo multidisciplinar de científicos crea un sistema basado en la inteligencia artificial para predecir la evolución de los valores bursátiles

Desde la izquierda, Juan Luis Fernández, Juan Ron y Lucas Fernández, con la aplicación móvil de su creación. | Bernabé Valle

La Bolsa no es tan imprevisible como parece, el vaivén de las acciones –tanto hacia arriba como hacia abajo– puede anticiparse. En eso lleva trabajando desde hace un tiempo un equipo multidisciplinar y del que el catedrático de Matemáticas Juan Luis Fernández –popular por sus predicciones sobre la evolución del coronavirus en Asturias – ejerce de director científico. Es el que se asegura de que los métodos que se están aplicando tengan sentido. Su arma para domar las oscilaciones de la Bolsa es un algoritmo basado en la inteligencia artificial. La iniciativa, con forma ya de empresa, ha sido bautizada como StockFink y, aunque ha comenzado por los mercados locales (el Ibex), tiene una clara vocación internacional. Ya han incorporado, de hecho, al estadounidense Nasdaq y ya le han echado el ojo al resto de los europeos y también a los asiáticos. Todo con un principio claro: democratizar el mercado bursátil.

Juan Ron y Lucas Fernández son las otras dos caras visibles de este proyecto en el que ya están involucradas 14 personas. El primero, curiosamente –consejero delegado de la compañía (CEO)– es biólogo molecular de formación, una especialidad, aparentemente alejada de los mercados bursátiles; mientras que el segundo, director técnico de la empresa, es doctor en inteligencia artificial. Diáfanamente, Juan Luis Fernández explica el proyecto con las siguientes palabras: “Somos como un ‘Google’ de la Bolsa, explicamos qué acciones están maduras para comprar y cuáles están maduras para vender”. A lo que Lucas Fernández agrega: “Respondemos a varias preguntas, como en qué rango de precios es probable que vaya a variar una determinada acción durante la próxima semana. Otra respuesta que damos es, dependiendo del día, cuáles son las mejor situadas para comprar”. De todo se encarga un algoritmo que es el que selecciona las mejores oportunidades basándose en técnicas de análisis de incertidumbre avanzadas.

Pero, acertadamente, Juan Ron puntualiza –por si lo que ha leído hasta ahora le ha llevado a esa errónea conclusión– “nosotros no damos consejos de inversión y no asesoramos. Esto es una herramienta basada en inteligencia artificial, es decir, sustentada en modelos matemáticos complejos, para apoyar las decisiones de nuestros inversores que van a tener más información sobre si la operación que van a hacer es buena o mala y si tiene una probabilidad de beneficio mayor o menor”. Con esas bases es el inversor toma sus propias decisiones basadas en unos criterios científicos. “No sabemos en qué es lo que los clientes invierten ni cuánto dinero”, señala Juan Luis Fernández.

“Somos como un ‘Google’ de la Bolsa, explicamos qué acciones están maduras para comprar y cuáles están maduras para vender”

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¿Cómo funciona? Para esa pregunta pueden darse dos respuestas. Una está relacionada lo que ven los posibles inversores. Cada día reciben una especie de termómetro que marca el posible recorrido de una determinada acción. Aunque en realidad el sistema se parece más a un semáforo. Tiene cinco niveles diferenciados por colores. Dos tipos de verde que representan que es un buen momento para comprar. Que la acción es interesante, y que el algoritmo dice que lo más probable es que dé un buen rendimiento, o sea que se va a ganar dinero. Una zona anaranjada, que supone que el título está en un rango intermedio. Ni frío ni calor. “De mantenimiento”, dice Juan Luis Fernández. Mientras que las dos rojas, evidentemente, señalan una alerta clara de peligro. De que hay que ir pensando en vender rápidamente. La otra respuesta a aquella pregunta es cómo funciona el algoritmo. Se alimenta, explica Lucas Fernández, de los movimientos históricos de las acciones –son años de ir recogiendo datos– que van entrenando a la fórmula matemática para que sea cada vez más fiable. “El algoritmo sirve muy bien para buscar, en cualquier mercado, cuáles son los valores que están en momento óptimo de compra”, resume Juan Ron. Juan Luis Fernández agrega que “la bolsa y los mercados financieros son un yacimiento de problemas financieros que ni te imaginas”.

Pero ¿qué pasa cuando ocurren hechos, aparentemente, incontrolables? Todo está pensado. “Eso es lo que se llama análisis de sentimientos, tenemos expertos en el equipo que se dedican a analizar noticias y sí son positivas o negativas”, asegura Lucas Fernández. Añade Juan Luis Fernández que “un cisne negro (un valor que va a sufrir una fuerte caída) no se puede predecir, pero sí detectar”. Cosas de algoritmos.

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