El Ministerio de Industria “espera” anunciar en breve la aprobación del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) con el que la industria de construcción naval española (caso de los principales astilleros asturianos) aspira a captar fondos europeos de reconstrucción para acometer la transformación, digitalización y modernización del sector.
Así lo anunció ayer la ministra Reyes Maroto durante su intervención en la clausura de la junta general de accionistas de Pymar, la sociedad que, presidida por el empresario asturiano Álvaro Platero, integra a los principales astilleros privados –incluidos los asturianos Armón y Gondán– y en la que participan los gobiernos de Asturias, Galicia y País Vasco. “Habéis demostrado que estáis preparados y tenéis ambición, y, gracias al trabajo que se está haciendo por los equipos del Ministerio y de Pymar, esperamos que pronto podremos anunciar el PERTE que habéis presentado con Navantia”, señaló Maroto. A juicio de la ministra, con este plan inversor los astilleros pueden ser “el paradigma de la doble transición: digital y ecológica”. “Quiero animaros a Pymar, Navantia y al conjunto de la cadena de valor del sector para que aprovechéis los fondos de reconstrucción. Tenéis una oportunidad única para apostar por el sector”, agregó la titular de Industria.
La consejera delegada de Pymar, Almudena López del Pozo, señaló que “la aprobación del PERTE Naval resulta imprescindible para que el sector pueda abordar con éxito los nuevos retos a los que se enfrenta y avanzar en la senda de su fortalecimiento como un sector estratégico e indispensable para la mejora de la industria y de nuestro país”.
El plan de Pymar con Navantia y Siemens aspira a desarrollar la digitalización de las empresas, la formación y recualificación del personal, la transición ecológica y la diversificación de la actividad, con la vista puesta en las oportunidades que entrañan las energías renovables y en particular, según López del Pozo, la éolica marina –caso de los parques flotantes, como los proyecto anunciados para la costa asturiana por EDP y Naturgy– con la construcción de barcos de asistencia.
El PERTE del naval agrupa a más de 100 entidades (15 astilleros, 65 empresas de la cadena de suministro, 7 socios tecnológicos y 20 proveedores de conocimiento y universidades) y postula más de 125 proyectos identificados para transformar este ámbito de actividad. El proyecto aspira a incrementar en el 6% el volumen de negocio del sector en seis años, generar un impacto en la economía de 3.000 millones de euros, crear 1.700 empleos, recualificar en técnicas digitales a 30.000 trabajadores, elevar entre un 15% y un 20% los niveles de competitividad del sector y reducir las emisiones de CO2 en más de 50.000 toneladas.
Ayudas a la innovación
La ministra Maroto anunció a su vez que el Gobierno está ultimando un nuevo real decreto para la consolidación de las ayudas al sector naval en materia de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), que será aprobado “en semanas” y que introducirá “importantes mejoras” respecto a la reglamentación anterior porque ampliará los plazos, acrecentará el gasto anual (que pasará de 15 a 20 millones), permitirá que también se beneficien los proveedores del sector y eliminará el límite de arqueo para acceder a las ayudas, de modo que se priorizará la innovación como criterio de selección y no el tamaño de los buque.
En 2020 el sector español mermó su cartera de pedidos el 2% frente al 10% de la UE y el 20% mundial, fue el tercer país de la UE con más unidades contratadas (18 barcos por 530 millones) y fue la primera potencia de la UE y mundial en construcción de buques para energía eólica marina, con cuotas de mercado del 50% y 35% respectivamente.
