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El negocio de la rehabilitación de viviendas generará casi 4.000 empleos en Asturias

El Principado aspira a captar cientos de millones de la UE para mejorar los edificios | Los constructores dicen que hay trabajo para “veinte años”

Luisma Murias

La rehabilitación de viviendas ayudará a crear casi 4.000 empleos (unos 3.700 para ser más precisos) durante los próximos años en Asturias. Los cálculos se desprenden de la hoja de ruta diseñada por el Principado y recogida en el documento “Estrategia para la rehabilitación energética de edificios en Asturias”, que acaba de finalizar su tramitación pública sin demasiados apuros.

El documento asegura que por cada millón de euros que se invierten en hacerle un lavado de cara a los inmuebles se generan 18 empleos. Así que la cuenta es sencilla. Ahora mismo, el Principado ya está en disposición de gastar 82 millones en apoyar la mejora de fachadas y otras obras en inmuebles, cantidad que espera multiplicar por más del doble gracias a las multimillonarias ayudas que llegarán de la Unión Europea (UE). Bruselas ve en la rehabilitación un sector clave para generar empleo y también para conseguir recortar las emisiones contaminantes a la atmósfera. Es una de las medidas estrella del plan de subvenciones recogido en el bautizado como “Next Generation” que tiene, entre sus objetivos, que los territorios europeos avancen con paso firme hacia una mayor neutralidad energética.

A la espera de ese “maná” europeo, la rehabilitación de edificios ya es un sector al alza en Asturias. Hasta mayo se sumaron 264 intervenciones, según las últimas cuentas que maneja la patronal asturiana de la construcción (CAC-Asprocon), un 19% más en comparación con el mismo periodo del año anterior. Es más, el patrón de los constructores asturianos, Joel García, aseguró hace unos días, durante el discurso de clausura de la asamblea de la asociación, que “nuestras empresas van a ser las que rehabiliten el parque de viviendas de Asturias, labor que va a generar actividad y empleo estable durante los próximos veinte años para conseguir que nuestras viviendas sean energéticamente eficientes y sostenibles”.

El campo de mejora es muy grande. Enorme. Tanto que en Asturias hay 50.949 edificios residenciales –según los últimos datos incluidos en un registro oficial– y, de ellos, más del 80% suspende en la calificación de eficiencia energética. Es más, solo hay 296 edificios –el 0,6% del total– que cuentan con la categoría “A”, la más alta y destinada solo a los inmuebles que son más eficientes. Los menos contaminantes.

La propia estrategia para la rehabilitación energética de edificios en Asturias asegura, usando probablemente un eufemismo, que en la región hay un elevado potencial de mejora. Y añade: “Para alcanzar ese potencial es necesario reducir la demanda energética de los edificios, es decir, mejorar el comportamiento de sus cerramientos exteriores”. Eso sería para que no haya filtraciones energéticas que se cuelen hacia la atmósfera. “También hay que aumentar el rendimiento de los sistemas utilizando aquellos con elevada eficiencia energética”, insiste el documento. “La incorporación de más energías renovables conseguirá reducir el consumo final”, añade.

El negocio de la rehabilitación de viviendas ha ido creciendo con fuerza durante los últimos meses. Las empresas que se dedican a esta actividad vienen notando un notable incremento de la demanda. ¿Qué están pidiendo los propietarios? Dentro de las viviendas está creciendo las peticiones para deshacerse de humedades o mejorar la ventilación, con la instalación de sistemas de renovación del aire. En la región, según señalan las compañías que se dedican a este negocio, hay muchos problemas dentro de los pisos debido a la condensación y los excesos de humedad que se acumulan en los techos y también en las paredes. A la par, también está aumentando a buen ritmo la rehabilitación exterior de viviendas.

La FAEN pone en marcha un programa para que los municipios reduzcan sus emisiones


La Federación Asturiana de la Energía (FAEN) está desarrollando un programa para ayudar a los municipios pequeños y medianos, sin suficientes recursos económicos, a reducir sus emisiones contaminantes e ir planificando su transición energética. En el programa están participando diez concejos: Caso, Las Regueras, Llanes, Mieres, Navia, Parres, Ponga, San Martín del Rey Aurelio, Santo Adriano y Villaviciosa. El objetivo final de todas estas medidas es la de reducir las emisiones de dióxido de carbono por encima del 80% de aquí a 2050, tal y como exige la Unión Europea. La FAEN asegura que las acciones abordarán diferentes sectores: la movilidad sostenible, la rehabilitación de edificios públicos y privados, el alumbrado público, el uso de recursos energéticos locales como la solar, la biomasa o la geotermia. También se llevarán a cabo programas de auditorías energéticas en el sector comercial, actividades de sensibilización y desarrollo de una campaña de comunicación sobre las energías sostenibles y el cambio climático. “Dependiendo del tamaño y las posibilidades específicas de cada municipio se desarrollarán más o menos actuaciones”, señala este organismo. Por el momento, y gracias a la existencia de importantes subvenciones, todos estos municipios han comenzado a modernizar sus sistemas de alumbrado público. “Para el futuro están previstos otros proyectos de renovación de edificios y la incorporación de fuentes energéticas renovables, con elementos novedosos como el autoconsumo”, agrega FAEN.

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